Ayer la empresa Cargill no acató la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la provincia, al impedir que los trabajadores despedidos ingresaran a sus puestos. Hoy habrá una nueva audiencia, pero en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
“Por razones de seguridad nosotros no podemos arrancar la planta con menos personas de las necesarias, sobre todo porque las cuatro personas que ayer no dejaron entrar son importantísimas en el arranque seguro de la planta”, señaló Marco Pozzi,delegado de los trabajadores de Cargill.
El vocero de los trabajadores dijo que la empresa quiere llevar el conflicto nacional, donde entiende que el escenario es más favorable para la firma: “Lo dijo el presidente en Davos: ‘El Gobierno corta el pasto y las empresas hacen los goles’, por eso quieren llevar el conflicto allá, porque tienen el apoyo total del gobierno”.
Para hoy al mediodía el Ministerio de Trabajo de la Nación citó a las partes a una audiencia en Buenos Aires, pese a que las autoridades santafesinas ya intervinieron. Esta decisión de la autoridad nacional se allana a los pedidos de la empresa, que en todo momento buscó nacionalizar el conflicto con el argumento de que la Nación es el ámbito adecuado ya que incluye también a la planta que posee en Bahía Blanca, donde también despidió a un empleado.
El delegado entiende que la decisión de avanzar con los despidos responde a una intención de disciplinar los reclamos gremiales. “Nosotros hemos venido peleando en los últimos años por el salario mínimo y vital. Lo hemos conseguido en base a la lucha y eso molesta”.