En un operativo conjunto en Buenos Aires y en Moscú, fueron detenidos un policía de la Ciudad y funcionarios diplomáticos vinculados con un hallazgo realizado en diciembre de 2016 pero que por sus características aún impresiona: 389 kilos de cocaína repartidos en 12 valijas que se encontraban en la embajada de Rusia en la Argentina.
Si bien los detalles de la investigación se conocieron este jueves, la causa se inició hace casi un año por una denuncia que realizó el propio embajador ruso en la Argentina, Viktor Koronelli. En ese momento la Gendarmería incautó la droga y se inició un expediente que derivó en las detenciones realizadas ayer.
Uno de los involucrados es Iván Blizniouk, un policía argentino hijo de rusos. Había ingresado a la fuerza el 10 de agosto de 2013 proveniente de la Prefectura Naval Argentina.
Según informaron desde la fuerza de seguridad, “en su legajo no aparecen sumarios ni licencias médicas ni extraordinarias”.
El año pasado fue transferido al Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) a partir de una de una delegación proveniente de Rusia. Por su manejo del idioma era el enlace con el Ministerio del Interior de Rusia, con el que la Policía de la Ciudad tiene un convenio y varios efectivos de la Ciudad han ido a distintos institutos de ese país para capacitarse y realizar cursos.