Buenos días“, saludaron los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre pasado. “Buenos días“, respondió el ministro de Defensa, Oscar Aguad. Fue el único momento de cortesía del encuentro. El resto de los 116 minutos y 10 segundos que duró el intercambio de palabras y frases cortantes entre los dolientes y el funcionario fueron reproches, pedidos de justicia, llantos y golpes de mesa por un lado; y evasivas, dudas y promesas y tono de campaña por el otro.
“Usted se enteró leyendo el diario“. “Día a día es como cortarnos en fetas“. “Mi hermana está explotada en el fondo del mar“. “Necesitamos certeza, necesitamos precisión“. “La Armada nos mintió desde el principio“. “No quieren encontrar al buque“. “No vi al Presidente con la entereza que tenía mi hermanita defendiendo a la Patria, no lo vi apoyándonos. Es una vergüenza que tengamos que estar llorando“, dispararon las víctimas, durante el encuentro celebrado en la Base Naval de Mar del Plata el 25 de enero pasado, según el registro al que accedió Infobae.
“Si hay alguien que se ha jugado con esto, les juro que fue el Presidente (por Mauricio Macri)”, defendió su ministro, que en el momento de mayor crisis, es decir cuando se perdió contacto con el buque de guerra después de una posible “implosión”, estaba fuera del país.
La reunión, que se llevó adelante en uno de los salones de la base militar alrededor de una amplia mesa, comenzó con tensión. Los familiares, los menos “rebeldes”, le pidieron a Aguad que haga ingresar al otro grupo, formado por otros 40 integrantes. El funcionario se negó aduciendo problemas de espacio. Es más, el representante de la Casa Rosada se retiró de la Base Naval sin reunirse con ellos por separado “aunque sea unos minutos para darles una síntesis del encuentro”, como reclamaron.