Subirse a un remis se transforma, cada vez más, en un lujo para muy pocas personas. Los altos precios perjudican seriamente a los usuarios pero los gobiernos solo encuentran respuestas para los propietarios.
El gobierno de la ciudad de Avellaneda autorizó un aumento del 12% para los remises de la ciudad de Avellaneda y los convierten en casi igual de caros que los de Reconquista, que ya son prácticamente inalcanzables.
El nuevo cuadro tarifario de los remises de Avellaneda queda de la siguiente manera.
Bajada de bandera $27,50 (por los primeros 400 metros).
La ficha diurna (cada 100 metros) pasa a costar $2,30 y la nocturna $2,80.
Las esperas fuera de los domicilios costará $2,30 por cada minuto.
En caso de realizar viajes de larga distancia el costo será de $23.
Con estos montos hacer cinco kilómetros (más o menos la distancia para ir desde el centro de Avellaneda al centro de Reconquista) costará $133,30 durante el día y $156,30 por la noche.
Un ida y vuelta es el costo de pagar una cuota de una moto. Y como si fuera poco, aún el servicio de colectivos es deficiente respecto de los horarios, frecuencias y recorridos. Lejos de ser una solución, la decisión de los concejales (que solo buscan beneficiar a los pocos empresarios de remises) genera que más motos se vuelquen al tránsito caótico de la ciudad.
Lo insólito es que los municipios ofrecen en paritarias un 15% anual pero autorizan aumentos de 12% solo por los primeros seis meses y seguramente autorizarán otro aumento similar en el segundo semestre del año.