Así graficó el climatólogo, Eduardo Sierra, lo que viene en materia climática. No hay indicios de que lleguen lluvias en los próximos meses. “Yo me prepararía para varios años secos”, dijo en Expoagro.
El climatólogo Eduardo Sierra echó por tierra las esperanzas de los productores de la región pampeana de que aparezca repentinamente un régimen de lluvias que mejore la crítica situación de sequía que los viene afectando desde fines de la primavera.
Durante una disertación que ofreció en Expoagro, organizada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, estimó que los niveles de humedad pueden llegar a recuperarse en el litoral y gran parte de las zonas andinas, pero que “el interior de Argentina seguirá castigado”.
Según su mirada, si bien aún falta para establecer proyecciones certeras, todo indica que la próxima campaña estará afectada por un fenómeno “La Niña”, que potenciará el escenario de escasez de agua que se observó en el presente ejercicio.
Causas
Para Sierra, el combo “letal” para la producción argentina fue que el Pacífico “frío” que normalmente produce “La Niña”, no tuvo su contrapeso en un Atlántico “caliente” que suele compensar el menor régimen de lluvias.
Por el contario, ese enfriamiento del Atlántico es lo que explica que el litoral argentino y Uruguay sean las zonas más castigadas por la falta de agua.
Cambio histórico
Sierra destacó que la falta de humedad que comenzó a fines de noviembre se manifestó “de forma abruptísima”. Tras cinco años “húmedos”, lo ocurrido en esta campaña “fue uno de los cambios climáticos más abruptos de la historia; no se daba de esta manera desde el ciclo 1988/99”, remarcó el especialista.
El problema esencial es cómo esto impactó en febrero: “Hasta enero, los cultivos venían bien, al aprovechar el agua acumulada del ciclo húmedo. Y lo usual es que en febrero llueva mucho y allí sigan desarrollándose, pero esta vez eso no pasó”.
En este sentido, Sierra subrayó que siempre los años de alto impacto en materia de sequía son los que presentan un febrero seco, pero se trata de un fenómeno “muy poco predictible, aunque sí más o menos previsible: sucede cada unos diez años y la última vez fue en la temporada 2008/09”.
Perspectivas
Sobre lo que viene, Sierra mencionó que puede haber buenas noticias para los productores de provincias como Santa Fe o Entre Ríos, que son dos de las que más se vieron perjudicadas en esta campaña.
Es que las previsiones indican un calentamiento del Océano Atlántico que ayudaría a mejorar el régimen de precipitaciones en todo el litoral.
Sin embargo, el centro del país; fundamentalmente el centro-oeste de Buenos Aires, norte de La Pampa y Córdoba, no tendrían una recuperación de la humedad en los próximos meses. “El interior de Argentina seguirá castigado; es difícil que mejore la situación”, resumió Sierra.
Esto se potencia al tener en cuenta que los pronósticos de consenso indican una alta probabilidad de que La Niña se haga nuevamente presente a partir de julio.
“La Niña es el candidato más firme para la próxima campaña: tiene un 60 por ciento de intención de voto, contra un 30 por ciento de posibilidad de una fase neutra y sólo 10 por ciento de probabilidades de un Niño”, graficó Sierra.
Recomendaciones
De acuerdo a la mirada de Sierra, hay que hacer foco en que se están haciendo frecuentes las seguidillas de años altamente húmedos, continuados por períodos secos. “Es un factor que hay que tener en cuenta a la hora de las previsiones. Lo que está sucediendo ahora puede ser el anticipo de que se vienen cinco años secos. Yo me prepararía para eso”, recomendó.
Y también hizo una consideración agronómica: “En Argentina, pensamos que el maíz y la soja son para siempre: creo que hay que volver a sembrar con una canasta más diversificada”.