“No hay mal que por bien no venga”, dice el refrán, y algo de eso debe estar pensando Maximiliano Gómez, el vendedor ambulante de sándwiches de salame y queso cuya historia se viralizó después de que policías de la Ciudad de Buenos Aires le confiscaran la mercadería.
El joven, que es oriundo de Despeñaderos pero vive en Buenos Aires desde hace varios años, se hizo tristemente célebre por una imagen en la que se ve el momento en que los oficiales le labraron la infracción.
Sin embargo, el hecho explotó en las redes sociales haciendo que la gran mayoría se solidarizara con el trabajador. Tanto fue así, que ahora ha tenido una exposición que ni la mejor campaña de marketing le hubiera podido dar.
Este lunes, el joven estuvo en el piso de Intrusos, donde intercambió unas palabras con Jorge Rial y además fue elogiado por la calidad de sus sándwiches.