Al despertarse después de un largo sueño, es fundamental reponer energía a través de los alimentos para comenzar con fuerzas el nuevo día. Según explica el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Córdoba, este momento del día es importante para todas las personas, pero es primordial en los niños, quienes desde las primeras horas de la mañana deben estar alertas y en condiciones de responder a las demandas intelectuales y físicas de la actividad escolar.
Es importante saber seleccionar los alimentos adecuados que aporten los nutrientes necesarios para seguir las recomendaciones. Los grupos de alimentos que deben estar siempre presentes en un buen desayuno son los que se enumeran a continuación:
Lácteos (leche, yogur, quesos y postres lácteos): deben estar siempre presentes en todo desayuno, ya que aportan el calcio necesario para el desarrollo de la masa ósea y proteínas de calidad. Si existen problemas de sobrepeso, se pueden reemplazar los lácteos enteros por descremados. Hay que evitar el agregado de azúcar.
Cereales: tampoco deben faltar, ya que aportan los hidratos de carbono necesarios que se utilizan como fuente de energía. Entre ellos, se deben seleccionar aquellos con menor proporción de grasas, como el pan, los copos, las galletas de salvado, y, con menor frecuencia, las facturas, los criollos, las galletas dulces o saladas, ya que son ricas en grasa.Frutas: son importantes para comenzar el día. Se pueden consumir tanto enteras como ralladas y picadas junto con el yogur o cereales, en licuados y en jugos, que deben ser exprimidos en el hogar para conservar sus vitaminas y la pulpa rica en fibra.
Un desayuno ideal deberá aportar estos tres grupos de alimentos: lácteos, cereales y frutas.
No pocas veces, por razones de tiempo, obviamos esta primera comida del día. Es importante revertir esta tendencia.
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