Matías Figueroa y Virginia Posse se enamoraron hace doce años y se casaron en mayo de 2016. Ese mismo año decidieron anotarse en el registro de adopción y hoy son padres de seis hermanos, de entre tres y doce años que vivían en dos lugares separados en Tucumán.
La pareja recordó el momento en que recibieron el llamado en el que les avisaban de los hermanos que estaban esperando una familia. “Miren, hay un grupo de seis. Es difícil que una familia los quiera porque son muchos. No sé si ustedes se animarán”. En una sobremesa lo discutieron y decidieron que eran sus hijos.
“Hablamos durante la cena, nos quedamos un rato largo de sobremesa. Teníamos que responder al día siguiente, no podíamos permitir que crecieran en casas separadas, que se trataran como primos, y no como hermanos”, contó el Matías.
Años antes habían pasado por dos tratamientos para tener un bebé que no funcionaron. Ya habían hablado muchas veces sobre la posibilidad de adoptar. Virginia tenía un hijo con su primer marido, quien murió cuando empezaba la relación con Matías.
Algunos nenes vivían en la Sala Cuna y otros en un Hogar tucumano llamado Eva Perón.Seguían teniendo relación entre ellos y se juntaban una vez por semana en los “Viernes de Hermanos”, una reunión que promueven los hogares de niños para que no pierdan el vínculo.
Cuando se conocieron decidieron que era definitivo: “Fue como si nos conociéramos de toda la vida. Recuerdo que les dije `vamos a casa’ y nos fuimos todos juntos”, aseguraron.