Difícilmente alguien pueda discutir el hecho de que Facebook es una de las redes sociales más grandes. Pero a pesar de la vida social que muchos construyen desde ahí posteando chistes, estados de ánimo, fotos, videos y memes, no son pocos los que se sienten agobiados o aburridos y hacen campaña para abandonarla definitivamente, sobre todo después del escándalo de Facebook y Cambridge Analytica.¿Cómo dar de baja una cuenta?
Quizá ante la amenaza de otras redes sociales, o simplemente porque posee un singular apego por cada usuario, la compañía liderada por Mark Zuckerberg no se lo hará fácil a quien decida irse. La opción para dar de baja a la cuenta no se encuentra fácilmente. Hay que indagar un poco para encontrarla, pero incluso ahí Facebook ofrecerá en primer lugar una alternativa previa: desactivar la cuenta.
Para poder irse primero hay que desactivar
¿Dar de baja una la cuenta? Si uno desactiva la cuenta, siempre podrá volver a abrirla si se arrepiente de la decisión. Al menos, eso piensan en Facebook.
Para desacitvar una cuenta, en primer lugar, una vez en Facebook hay que seleccionar la flecha que está al lado del signo de pregunta y desplegar el menú. Se debe elegir la opción Configuración, y luego seleccionar Administrar Cuenta.
Allí hay varias opciones, como la que elimina la cuenta tras el fallecimiento del titular de la misma, la de elegir una persona que la administre si esa desgracia ocurre y, finalmente, la que permite Desactivar la Cuenta. Está precedida de unas cuantas advertencias: como que algunas personas todavía podrán seguir viendo el material posteado. Así Facebook apela al factor remordimiento. Obviamente, para darle el OK primero pedirá la contraseña.
Ahí no termina el trámite. Con fotos de amigos y un texto emotivo explicando cómo lo extrañarán a uno sus “amigos”, Facebook no largará prenda. Habrá que completar un formulario explicando los motivos de por qué se quiere abandonar la red social. Según la elegida, siempre habrá un mensaje con consejos para prolongar la despedida.
Fuente: LA NACION