El ‘Peque’ debió trabajar duro para sacarse de encima a Garín, a quien derrotó en tres sets. La llave está ahora 1-1 y se define mañana.
Diego Schwartzman (15º del ranking mundial), tras siete match points, venció al chileno Christian Garín (217º) 7-6(2), 6(2)-7 y 6-2, e igualó la serie 1-1, luego de la derrota de Nicolás Kicker ante Nicolás Jarry (6-4, 7-6 y 6-2). Este sábado, en el estadio Aldo Cantoni, a partir de las 14, comienza el partido de dobles.
Garín llegó a la serie con la confianza muy arriba, con destacados resultados en el Challenger Tour (16 victorias y 6 derrotas en la temporada). Y esa actitud se advirtió desde el inicio del match, jugando de igual a igual contra el 15 del mundo. El chileno se mostró muy ágil, agresivo en cada tiro y le rompió el servicio a Schwartzman en el quinto game, adelantándose 3-2.
El Peque no demoró prácticamente nada en recuperar la sonrisa. Empezó a jugar pelotas profundas y esquinadas, con la intención de incomodar a Garín. Así, martillando, le rompió el servicio (3-3).
Largos peloteos con fuertes cambios de dirección, drops y globos. La Copa Davis empareja las posiciones en el ranking y este primer parcial entre jugadores separados por 202 lugares fue un ejemplo clarísimo de eso. A Schwartzman le costó una enormidad hacerle daño a Garín. En el noveno game caminó cerca de que le rompieran el saque, pero luego de mucho esfuerzo lo conservó (5-4).
Equilibrado por donde se lo viera, el partido llegó al tie-break. Y allí sí se observó la diferencia de jerarquía. Schwartzman se movió sobre el polvo de ladrillo como si estuviera en patines, atacó con profundidad y subió a cerrarlos puntos en la red. A la hora exacta de juego, el drive de Garín se fue largo y el Peque lo cerró por 7-6 (7-2).
Pese a haber perdido el primer set luego de un esfuerzo físico y mental importante, Garín, campeón de Roland Garros junior en 2013, no se amedrentó. Siguió jugando con intensidad y concentración, sabiendo que el argentino no estaba luciendo su mejor versión. El chileno contó con un punto de break en el cuarto game, pero el hincha de Boca luchó y lo terminó resolviendo en su favor (2-2). Allí, sin dudas, se produjo un quiebre, porque Schwartzman pareció revitalizarse luego de esa prueba superada. La primera raqueta del equipo albiceleste le quebró el saque a Garín y pasó adelante en el marcador (3-2) y fue otro desde el lenguaje corporal.
Hasta el momento el ambiente había sido de exclusiva cordialidad. Pero aparecieron los primeros momentos tensos. Insultos, interrupciones cuando Schwartzman estaba por sacar y discusiones de los hinchas chilenos con algunos agentes de seguridad privada. “¡Basta!”, gritó el Peque, cansado de que no les permitieran seguir jugando. Más allá de los nervios, el argentino pudo seguir de la misma manera, enfocado y sostuvo su servicio (4-2). Schwartzman rompió algunas cadenas e intentó beneficiarse de la conexión que posee con el público local. El Peque tuvo tres match points con Garín sacando 5-3, pero al jugador formado en Náutico Hacoaj le cuesta hacer un puente entre su nivel en el circuito ATP y la Copa Davis, y no lo pudo aprovechar. Sacó 5-4 para ganar el segundo punto, pero Garín le rompió el servicio (5-5). Tensión, otra vez.
Y llegaron al tie-break, una vez más. Con el saque del chileno, el argentino ganó el primer punto, pero luego perdió dos siguientes, uno de ellos con doble falta. Y siguió cometiendo errores no forzados con el drive, hasta que Garín se impuso por 7-2 en la definición. El partido parecía definido, pero el suspenso, una vez más, dominó la escena.
Schwartzman comenzó sacando y sostuvo su servicio. Garín no pudo hacer lo mismo y perdió el saque (el punto final con una doble falta). “¡Vamos!”, se desahogó el Peque, bajo una presión infernal.
Garín, increíblemente por cómo había ganado el segundo set, pareció distenderse un poco y la mayor experiencia de Schwartzman empezó a pesar. El argentino se adelantó, muy rápido, por 3-0. Garín no pudo salir del mareo y Schwartzman volvió a dejarlo tambaleante al romperle el saque, una vez más (4-0). Pero como en la Copa Davis no existe la lógica, el chileno le quebró el saque, en cero, a Schwartzman. ¿Qué pasó en el game siguiente? Lo mismo, pero al revés: el argentino quebró el servicio (5-1).
Schwartzman sacó para ganar el match. Estuvo 40-0, pero., Garín ganó cinco puntos seguidos y le rompió el servicio (5-2).
El golpe definitivo de Schwartzman lo dio en el séptimo match point. A las 2h42m de juego, un drive cruzado del Peque ya no volvió y el 6-2 quedó marcado en el cartel electrónico.
Fuente: La Nación