Las reuniones de Primavera tienen en agenda el proteccionismo norteamericano, la tecnología y economía digital, fijación de precios del carbono y división de género.
El FMI y el G20 mantendrán esta semana en Washington sendas reuniones que marcarán la agenda financiera y económica internacional de los próximos meses, teñida por la guerra comercial de Estados Unidos con China y la Unión Europea (UE), que pone en peligro el sistema actual de comercio multilateral a favor del proteccionismo.
Las agendas de la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y la de la cumbre de ministros de economía y presidentes de bancos centrales del G20, que arranca el jueves, pregonan el multilateralismo contra el proteccionismo como tema prioritario.
Pese a que se trata de dos foros diferentes de la economía y las finanzas y cada uno tiene su particularidades, comparten en esta vuelta la agenda en común por el temor a la ola de proteccionismo que puede desatar la reacción de Estados Unidos.
En la última reunión de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20 realizada en Buenos Aires, se reflejó en primera instancia el compromiso de los líderes de la economía global por “fortalecer la contribución del comercio a nuestras economías”, según el comunicado final del encuentro. Y el jueves pasado, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo en Hong Kong, como previa a al reuniones de primavera conjunta del FMI-Banco Mundial, que el sistema de comercio internacional basado en reglas “ahora corre el peligro de ser destrozado”, sugiriendo que este resultado, si se llevara a cabo, constituiría “una falla inexcusable de la política colectiva”.
Por eso, Lagarde llamó a los países a “hacer los deberes” con las cuentas fiscales, aprovechando el momento de mayor crecimiento económico que permitió que los países, en promedio, retornaran a valores previos a las crisis del 2009. Al respecto, Lagarde se refirió a Washington y Berlín como ejemplos donde un “enfoque diferente” podría ser útil.
Por ejemplo, sugirió que las medidas fiscales podrían ser más productivas para los Estados Unidos que los aranceles, y dijo que éstas podrían incluir medidas para frenar el gasto público y mejorar la generación de ingresos. Lagarde también destacó otros “riesgos potenciales” macroeconómicos, que serán también discutidos en ambos foros, como el aumento de la deuda pública, grandes déficits gubernamentales y salvaguardias insuficientes para los sistemas financieros.
El crecimiento con inclusión mediante la promoción de las obras de infraestructura, es un capítulo de particular interés para Argentina en la agenda del G20 pero que será llevado también al foro de reuniones de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales, de los 189 países miembros del FMI.
“Criptoactivos”
Los temas de los criptoactivos y cómo tributar el dinero electrónico, y moderar el impacto sobre el sistema monetario tradicional de banco centrales serán otros de los temas incluidos en ambas agendas.
Comitiva argentina
Argentina mostrará esta semana ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el G20 sus resultados en la reducción de la inflación y el déficit fiscal, en busca del interés de inversores globales para conseguir préstamos por otros US$ 4.000 millones.
Los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, de Finanzas, Nicolás Caputo, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, participarán desde mañana martes hasta el viernes en Washington de la asamblea del FMI y el Banco Mundial, y de la reunión de ministros de Economía y banqueros centrales del G-20, informaron fuentes oficiales.
A ellos, se les sumará a lo largo de la semana, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quienes disertarán en diversos paneles del FMI-Banco Mundial.
La asamblea del FMI debatirá los posibles impactos de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, el avance de las criptomonedas, así como los denominados “criptonegocios” y cómo aplicarles impuestos.
En este marco, los representantes argentinos irán en mejor posición de lo que lo había hecho el año pasado, cuando todavía el gobierno de Mauricio Macri no había ganado las elecciones legislativas de mitad de su mandato.
Pero a ese espaldarazo político se le sumó en los últimos días el sobre cumplimiento de las metas fiscales, y una posición financiera mas holgada de parte de Argentina.
Dujovne presentará ante la Asamblea que Argentina cerró 2017 con un déficit fiscal del 3,8% en relación al PBI, con lo que sobrepasó en 0,4 puntos porcentuales la meta prevista y que ese sendero se afianzó en el primer trimestre de este año con un 0,3% de desequilibrio, en lugar del 0,6% proyectado.
Si bien la inflación está lejos de estar controlada, con un 6,7% acumulada en el primer trimestre, Dujovne destacó que “a partir de mayo, se espera una variación de precios mucho menor” ya que no habrá ajustes de tarifas significativos.
Por el lado del sector financiero, Caputo podrá mostrar que Argentina accedió a US$ 9.000 millones a través de la colocación de bonos a comienzos de año, y otros US$ 1.000 millones en un préstamo del HSBC. Con este respaldo, dialogará con posibles inversionistas para buscar otros US$ 4.000 millones, ya sea a través de otro bono, o también en un préstamo contra garantía de títulos públicos, pero esta vez de un conjunto de bancos, como fue en el comienzo de la gestión de Mauricio Macri.