Juan Carlos, el padre de Alberto Castillo, asesinado ayer en barrio Centenario, pidió ayuda para darle sepultura a los restos de su hijo. Si bien le ofrecieron un servicio, la familia cree que es otra opción la que deberían tener y por ello están juntando de a poco mientras realizan un reclamo.
Según comentó a radio EME, Alberto era DT del equipo femenino de fútbol de Colón y trabajaba para el municipio.
El director técnico de fútbol femenino de Colón, Alberto Castillo, fue asesinado esta tarde en el barrio Centenario de la capital provincial. El hombre de 39 años recibió un balazo en la cabeza y fue ingresado de urgencia al hospital José María Cullen, donde falleció a los pocos minutos.
Ocurrió alrededor de las 14.30. La víctima del hecho fue trasladada a bordo de un patrullero y revisada por los médicos de la Emergentología, quienes lo recibieron en el shockroom y constataron su fallecimiento como consecuencia de un impacto de bala en el cráneo con orificio de entrada y sin salida.
Los vecinos que viven en inmediaciones de la esquina de Reconquista y Raúl Tacca, en el límite entre el barrio Centenario y la denominada villa del barrio Centenario, en el extremo sur del ejido urbano santafesino, denunciaron a la central de emergencias 911 sobre una andanada de disparos que ejecutaron dos desconocidos que caminaban por las calles del barrio.
Castillo, vecino de la zona, quedó tirado en el piso y con la cabeza completamente ensangrentada. Minutos después llegó un patrullero de la policía capitalina y para intentar salvarle la vida, los policías lo subieron al móvil y lo llevaron hasta el hospital Cullen, pero cuando los médicos lo revisaron, ya estaba muerto.
“Tito” debía presentarse esta tarde a entrenar al primer equipo de fútbol femenino de Colón. Comenzó como entrenador del equipo femenino en Newell´s de barrio Roma. Ante la deserción en la disciplina del humilde club santafesino, desembarcó en Colón hasta este trágico final.
La fiscal a cargo es Ana Laura Gioria, quien aguarda la información de la Policía de Investigaciones (PDI). En las redes sociales sus alumnas y amigos lo comenzaron a despedir a través de emotivas publicaciones.