Jimena Barón es sinónimo (e incluso rima) de camaleón: no le teme a los cambios, se amolda y hasta los disfruta. Hoy es una “estrella de las redes” y se dedica a cantar, porque en apariencia la actuación ya no le era suficiente. Es mamá, amiga, su propia productora y la cara de todos sus “productos”. Puede con todo eso, y le sobra tiempo para subir fotos a las redes y mostrar un cuerpo envidiable.
En su paso por Córdoba, aprovechamos la visita para hablar sobre sus cuidados personales, porque hay que decirlo: sus abdominales son la obsesión de muchas mujeres.
Sin mucha rosca, y abierta a contarnos todo, Barón dijo entre otras cosas que su cuerpo cambió por una necesidad interior. Ella, que se había mudado al exterior para acompañar a su expareja, comenzó a correr como una especie de mantra, y tras ese ejercicio comenzó su verdadero cambio corporal. Abdominales perfectos, aperturas de bailarina y brazos tallados a mano. Todo eso responde a un entrenamiento diario, que además le sirve para gastar la energía que le sobra. “No paro un segundo, puedo dormir 20 minutos y cargué la batería más que antes”, nos contaba Jimena.
¿Datos coloridos? Que cuando tenía 20 kilos más (¡Sí, habló de veinte kilos!) se sentía igual de diosa que ahora. Además, es fanática de las carteras y su primera crema fue comprada en Mar del Plata a muy temprana edad: “soy María cremas”, nos dijo.