La policía del condado de San Mateo, en California, ha confirmado la presencia de una persona armada en la sede del gigante de los vídeos ‘online’ YouTube, propiedad de Alphabet, la misma empresa que es dueña del buscador Google. Alphabet también lo ha confirmado, pero, según la agencia de noticias Bloomberg, no ha informado del incidente a sus trabajadores.
La situación, por el momento, es muy confusa. Empleados de YouTube han tuiteado que “hemos oído disparos y hemos visto a gente corriendo”, mientras que otros han declarado en esa red social que “nos hemos encerrado y atrancado las vías de acceso” en sus oficinas. Otro empleado, Todd Sherman, ha descrito en su cuenta de Twitter “gotas de sangre” en un pasillo y en unas escaleras. Las imágenes de las televisiones de EEUU, tomadas desde helicópteros, han mostrado a los trabajadores de la empresa saliendo de los edificios.
El hospital de la vecina Universidad de Stanford ha recibido “4 ó 5” personas heridas procedentes de YouTube, mientras otros centros se han preparado para la posible llegada de más personas, según la cadena de televisión CNN, que ha matizado, sin embargo, que no sabe si esos heridos lo son por arma de fuego o han sufrido caídas o contusiones durante la evacuación de los edificios.
La sede de YouTube está cerca del aeropuerto de San Francisco, y marca el inicio ‘oficioso’ de SIlicon Valley, es decir, la región en la que se concentran gran parte de las mayores empresas tecnológicas de EEUU, como Alphabet, Apple, y Oracle. Ocupa unas 12 hectáreas (el equivalente de unos 20 campos de fútbol) y la forman varios edificios, de los que tres han sido bloqueados por las autoridades, que han prohibido la entrada o salida de personas de ellos.
Varios periódicos locales se están haciendo eco de las reacciones de Vadim Lavrusik, trabajador según estos medios de YouTube. “Un tirador activo en la sede de YouTube. Escuché tiros y vi a la gente correr mientras estaba en mi mesa. Ahora atrincherado en una habitación con compañeros”, ha tuiteado en un primer momento, para asegurar más tarde que “ya estoy a salvo”.