Lejos de lo que se cree la limpieza del hogar nos puede sumar pulcritud y restar kilos.
El trabajo corporal suele ser como un deporte, y por eso se puede considerar la limpieza del hogar como una forma de ejercicio.
Cepillar a consciencia los azulejos del baño puede ser un buen entrenamiento para los brazos y los pectorales, por ejemplo. Un adulto de 70 kilos de peso puede quemar limpiando unas 75 calorías cada 15 minutos. Por otra parte, pasar la aspiradora por 30 minutos y limpiar durante 15 minutos pueden insumir unas 200 calorías.
Sin embargo, para que limpiar ayude a quemar calorías, hay que encarar este trabajo con una dimensión deportiva. ¿Cómo? Por ejemplo, tensionando la musculatura del abdomen y los glúteos al limpiar y sostener la tensión durante un rato. Si se limpian las ventanas, estirar el cuerpo a consciencia para que funcione como un ejercio de estiramiento. Para las cosas a limpiar que se encuentran más cerca del piso, hay que hincarse y luego levantarse haciendo fuerza con las piernas.
Incluso una escalera puede convertirse en un aparato de fitness. Subirla y bajarla con frecuencia es un ejercicio similar a subir y bajar las escaleras de un edificio y fomenta la resistencia. Un adulto de 70 kilos puede quemar 320 calorías limpiando ventanas durante una hora.
Se recomienda trabajar entre 30 minutos y una hora y luego hacer breves pausas para tomar agua, pero no hacer pausas largas. Por otro lado, si se renuncia a los productos de limpieza fuertes, se deberá frotar con más fuerza. De todas formas, ¡atención! Evite recargar sólo uno de los brazos al hacerlo. También es importante aflojar y estirar el cuerpo al finalizar con el ejercicio (dpa).