Salieron US$2241 millones por desarme de carteras; el déficit de la cuenta capital casi duplicó esa cifra.
La Argentina sufrió en abril la mayor salida de capitales financieros en un mes de los últimos 17 años, lo que produjo el más alto egreso en la cuenta capital y financiera (por US$3939 millones) desde octubre de 2007 a la fecha. Ese fue el momento en que la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers dejó a la vista del mundo la dimensión que podía tener la crisis de las hipotecas en Estados Unidos.
Los datos surgen del balance cambiario que el Banco Central (BCRA) publicó ayer, una foto parcial (esa tendencia siguió y se profundizó en las dos primeras semanas de este mes) que explica la escapada del dólar en la plaza local y las dificultades que el Gobierno y el BCRA tuvieron para controlar la corrida contra el peso y el riesgo argentino.
El informe muestra que la cuenta cambiaria que registra el movimiento de capitales cerró con un rojo total de US$4273 millones, condicionada por los egresos netos de US$3939 millones del sector privado no financiero y de US$1672 millones del sector financiero, que fueron “parcialmente compensados por los ingresos netos de US$1488 millones que hizo el sector público” para tratar de minimizar los daños que la brutal salida de capitales estaba causando a la economía.
“Es la mayor salida de capitales financieros desde que existen las series del BCRA. Hay desinversiones de cartera por US$2241 millones, intuyo que básicamente de Lebac, y el resto, títulos públicos o acciones”, observó el economista Juan Ignacio Fernández, fundador y director de la consultora Oikos Buenos Aires.
Abril fue además el mes de mayor caída en las reservas del BCRA (US$5217 millones) desde octubre de 2015, es decir, el fin del ciclo de Cristina Kirchner, cuando “ya el cepo hacía agua por los cuatro costados y se perdieron US$6288 millones”, acota Fernández, quien explica que esa pérdida fue incluso 35% más alta que el anterior evento cambiario y financiero más disruptivo que había tenido la administración Macri, en mayo de 2016, cuando ocurrió el Brexit”.
El economista cree que la magnitud que tomó el evento fue creciendo por errores del BCRA. “Abril tuvo un tipo de cambio planchado durante las primeras tres semanas: solo se movió un poco en la última semana, a pesar de las fuertes ventas del BCRA, lo que claramente retroalimentó el miedo, llevando la salida de capitales a niveles récord”.
En realidad, del BCRA se fueron US$7856 millones, pero la pérdida de reservas fue menor porque hubo ingresos por US$2753 millones por préstamos tomados del exterior.
“El pésimo desempeño tuvo que ver con egresos para la formación de activos externos por US$2055 millones; la reversión en los flujos de cartera destinados a inversiones en pesos (salida neta de US$1345 millones) y por los movimientos de cobertura de los bancos, que aumentaron su posición de cambios en US$1474 millones previendo una depreciación del peso”, apuntó Guido Lorenzo, de la consultora ACM.
El principal -y por momentos único- abastecedor de divisas fue el BCRA, que hizo en abril ventas netas por US$4731 millones (otros US$86 millones aportó el sector público). Esos dólares fueron adquiridos por el sector privado (US$3726 millones) y bancos (US$1091 millones).