El miedo a una lesión importante a tan poco tiempo del Mundial no era vano. Dos jugadores que tenían asegurados sus lugares en Rusia 2018 se lastimaron y están en serias dudas para ser parte de la fiesta que se celebra cada cuatro años. Perderse una implica pasar al menos ocho temporadas sin protagonizar el máximo torneo del planeta, y eso es lo que temen Mohamed Salah y Dani Carvajal: que la alegría de ser parte del partido más espectacular del año entre clubes los prive de la de participar en el torneo que anhelan países enteros.
Lloró Salah cuando salió del campo en Kiev, con un hombro dolorido, aunque mucho menos que el alma. Al ratito lo copió Dani Carvajal, aunque lo suyo era una pierna maltrecha. Liverpool sintió su baja más que Real Madrid la propia, tanto como Egipto se lamentaba por la de su estrella más que España por la de su titular indiscutido.
A Salah lo lesionó un… español. El capitán, de Real y del seleccionado, Sergio Ramos. El oriundo de Andalucía -justo la parte más árabe del país- entrelazó brazos con Salah y, a punto de perder la pelota en una situación comprometedora, se tiró al suelo para llevarse consigo al goleador. Que se ganó una lesión en el hombro izquierdo, producto de un choque con el suelo para el que el delantero no estaba listo.