Cuando llega a un recién nacido o nos toca higienizar a un bebé un poco más grande, no sabemos por dónde empezar. Recomendaciones y truquitos que facilitan las cosas.
Hay muchas cosas que no aprendemos a hacer hasta que realmente lo necesitamos y, enfrentados al desafío, nos damos cuenta que no tenemos idea por dónde empezar. Es lo que ocurre cuando tenemos un bebé a cargo y nos preguntamos cómo cambiar un pañal. Es que, si bien parece una tarea sencilla, tiene sus trucos y hace falta conocerlos para no complicar de más la situación. Compartimos algunos consejos que volverán la tarea súper fácil.
Cómo cambiar un pañal
Cambiar el pañal de un bebé no es difícil. Una vez que nos acostumbramos y empezamos a hacerlo parte de nuestra rutina, el asco o la impresión se alejan y se convierte en una tarea de lo más natural. Te contamos cómo hacerlo, con algunas recomendaciones para cuidar la piel y la salud de tu recién nacido, manteniendo todo limpio y desinfectado.
Preparación
Antes de siquiera pensar en remover el pañal del cuerpo de nuestro bebé, tenemos que estar seguros de que contamos con todo lo necesario. No queremos tener que dejar al niño sin vigilancia, desnudo, mientras buscamos lo que nos olvidamos, ya que puede caerse o hacer algún movimiento extraño y ensuciar todo a su alrededor. Es importante repasar todo lo que vamos a necesitar.
- Cambiador: suena redundante pero no lo es. Tener un cambiador alto para no doblar la espalda durante el proceso del cambio de pañal es muy práctico.
- Pañal limpio: si usamos pañales desechables, lo mejor es tener al menos dos a manos por si se nos rompe en el proceso de aprendizaje.
- Materiales de limpieza: es fundamental tener todos los materiales necesarios para la limpieza del bebé a mano. Nos referimos a toallitas húmedas, óleo calcáreo, algodón, talco y alguna crema para paspaduras, que siempre es bueno tener a mano.
- Ropa limpia: tener ropa limpia cerca cuando cambiamos un pañal es clave, ya que algunos pañales no son tan resistentes y se puede haber escapado algo a la ropita del bebé.
- Toalla: se recomienda colocar una toalla limpia debajo de nuestro bebé para no ensuciar el lugar de cambio y para que no sienta frío cuando le sacamos el pañal viejo.
- Crema o aceite: si elegís usar algún producto para mantener la piel de tu bebé suave, también deberías tenerlo a mano cuando cambies su pañal.
Cambio de pañal
Una vez que tenemos todo listo, es hora de ponernos manos a la obra. Lo primero que tenemos que hacer es quitar el pañal viejo. Para eso, debemos desajustar las lengüetas del pañal y limpiar bien al bebé. Si se trata de una niña, es fundamental prestar especial atención a la limpieza de los pliegues de la zona genital.
Si el enchastre es importante, podemos usar el propio pañal para retirar la máxima cantidad posible de suciedad. Luego, limpiamos de forma suave sin frotar. Si usamos toallitas descartables, podemos dejarlas sobre el pañal sucio al terminar.
El siguiente paso es retirar el pañal. Agarramos los tobillos del bebé y lo levantamos hasta que las nalgas se despeguen de la base, en ese momento, podemos retirar el pañal. De ser necesario, podemos limpiar nuevamente para dejar a nuestro niño en perfectas condiciones. Cuando todo esté listo, cerrá el pañal con todo el material utilizado adentro usando las lengüetas adherentes y dejálo lejos del bebé.