Anne pregunta: he estado corriendo durante casi dos meses y he acumulado llegado hasta 7 kilómetros. Me gustaría mejorar mi velocidad, pero no sé si estoy preparada. ¿Cómo sé cuándo estoy lista?
El entrenamiento sigue un principio conocido como sobrecarga progresiva, que simplemente significa que tenemos que preparar y entrenar al cuerpo con incrementos graduales (e idóneos) para un mejor rendimiento. Al hacerlo poco a poco, se estimula una cascada de respuestas fisiológicas que fortalecen al cuerpo. Los músculos, tendones, huesos y ligamentos se vuelven más potentes, tu corazón y pulmones se vuelven más fuertes y más eficientes, y muchas otras adaptaciones que afectan a otros sistemas dentro de tu cuerpo.
Por otro lado, si te exiges demasiado y sin control, y el cuerpo no es capaz de adaptarse adecuadamente a la demanda que se le exige, pueden llegar las lesiones, la fatiga o el agotamiento.
Tener una base básica requiere un mínimo de entrenamiento constante durante al menos de 10 a 12 semanas. (Este marco de tiempo puede variar ampliamente dependiendo del nivel de condición física al comienzo). Un estilo de vida sedentario, ciertas condiciones de salud, obesidad o lesiones previas pueden significar que requieres una progresión más lenta.
Estos entrenamientos simples ayudarán a preparar tu cuerpo para las demandas de carreras más cortas y rápidas. (No olvides incluir el calentamiento y la vuelta a la calma).
Un entrenamiento tipo para que muevas las piernas un poco más rápido sería un fartlek. Para ello, corre un poco más rápido durante uno o dos minutos, luego baja la intensidad y recupera durante tres o cuatro minutos más suaves. Repite esta secuencia varias veces.
Otra forma de desarrollar fuerza para correr más rápido en llano es añadir un entrenamiento en la montaña a tu rutina normal. Además, continúa aumentando tu distancia de carrera.