Desde antaño las abuelas han utilizado diversos métodos muy simples para curar enfermedades o síntomas comunes, los conocidos como remedios de la abuela o remedios caseros, hoy en día éstos se han popularizado y han sido estudiados, ¿qué dice la ciencia respecto a los remedios caseros más utilizados en Argentina?
El té con limón y miel para los dolores de garganta es uno de los más efectivos, no tanto por el limón, que al ser mezclado con agua hirviendo pierde varias de sus cualidades, sino por la miel. Este dulce miembro de la mayoría de las cocinas argentinas posee peróxido de hidrógeno (conocido en las farmacias como agua oxigenada), un potente componente que mata virus, hongos, bacterias y parásitos. Un tratamiento que combine te con limón y buches de bicarbonato de sodio o agua de mar ayuda significativamente en la mejora de dolores de garganta.
Para el resfrío, una sopa de verduras. Lamentablemente, este popular alimento para combatir los cuadros gripales no resulta efectivo, ya que, al igual que sucede con el limón en el té, los minerales y propiedades de los vegetales se pierden al ser hervidos en la sopa. Los únicos beneficios son el aportar calor al cuerpo y la acción descongestiva de las vías respiratorias que brinda el vapor.
Un té de Tilo para dormir y relajarse; el farnesol, compuesto de la flor del tilo, tiene una efectiva acción sedante, que junto al kaempferol, otro de sus componentes, también resulta ansiolítico.
El chocolate trae alegría; es otro mito probado y aprobado, debido a tres componentes, el centenario dulce, energiza, activa y aporta sensación de placer. A través de la teobromina, un elemento similar a la cafeína brinda energía, por su parte, la feniletilamina es un neurotransmisor estimulante que produce una leve euforia, y el triptofano genera una liberación hormonal (serotonina) que despierta la sensación de placer y bienestar.
Por último, uno de los más cuestionados, el de ‘tirar el cuerito’ para curar el empacho. Para explicar la efectividad de este método hay que analizar la anatomía humana: desde la médula espinal, en la espalda, nacen grupos nerviosos que se distribuyen en el aparato digestivo, al pellizcar (tirar el cuerito) las fibras nerviosas que nacen en la espina, se activan los neurotrasnmisores que ponen en acción al estómago y éste expulsa los alimentos para que sigan su camino.
Así, muchos de los tradicionales remedios de la abuela, encuentran su fundamento científico y salen de una vez y para siempre del escepticismo para volver a ser valorados como se debe, como parte de la sabiduría tradicional.