“En Iguazú están felices con la devaluación“, contestó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, cuando el periodista Luis Novaresio le preguntó en radio La Red por los efectos del deslizamiento cambiario que se produjo en las últimas semanas.
Según relató, esta semana visitó la provincia de Misiones con el ministro de Turismo, Gustavo Santos, para reinaugurar la pista del aeropuerto internacional de Puerto Iguazú. Contó que muchas personas le dijeron que estaban felices con el movimiento que registró el precio del dólar porque favorece a la industria turística.
“Me decían: ‘No entiendo por qué se preocupan, para nosotros es lo mejor que nos puede pasar en el mundo, van a venir más paraguayos, más brasileños, más personas de todas partes del mundo‘”, repasó Dietrich.
Y analizó: “Hay una parte de la economía, la que exporta bienes y servicios como es el turismo, que claramente un dólar más competitivo lo beneficia. Lo que tenemos, por esa historia nuestra, es la presión que genera sobre la inflación y tenemos que encontrar el equilibrio“.
En casi 15 días, el precio de la divisa norteamericana trepó en la Argentina de $20,55 a 25 pesos. El Gobierno dio por terminada la escalada del dólar el martes, tras la renovación exitosa de lebacs por $617.000 millones. Si bien algunos sectores exigían un tipo de cambio más competitivo, el aumento del dólar generó una fuerte zozobra en el equipo económico que obligó al país a pedir asistencia financiera al Fondo Monetario Internacional.
El ministro de Transporte ratificó además el aumento en colectivos y trenes previsto para junio y rechazó la posibilidad de negociar una postergación tal como sucedió con los combustibles.