Busca estirar los plazos frente a un nuevo megavencimiento. El equipo económico reavivó diferencias por las tasas. La FED avanza.
El Banco Central lanzó un programa para canjear Lebac de corto plazo por letras de más larga duración. El objetivo es quitar presión a otro megavencimiento de deuda del Banco Central, por 650 mil millones de dólares. El próximo supermartes financiero será el 19 de junio próximo.
“El Banco Central comunica que comenzará a participar de la rueda swap del Siopel (Sistema de Operaciones Electrónicas) en el ámbito de Mercado Abierto Electrónico (MAE)”, indicó el BCRA.
Voceros de la autoridad monetaria explicaron que busca canjear las Lebac que tienen vencimiento en junio próximo por otras con vencimientos más largos.
Hace unas semanas el organismo debió renovar la mitad del stock de Lebac en medio de la feroz corrida bancaria que se llevó 10 mil millones de dólares de las reservas. Para evitar que los inversores liquidaran sus tenencias y se pasaran al dólar el gobierno armó una estrategia que incluyó un fuerte salto en la tasa de interés, la colocación de un megabono en pesos, la remuneración de encajes, la venta de dólares y el anuncio de más ajuste y de una negociación para buscar un crédito del FMI.
Con este costoso paquete compró tiempo. Pero la tensión en el mercado sigue, y por eso el organismo busca estirar los plazos, algo que ya había intentado el año pasado, provocando una caída en las renovaciones.
Mientras lanzaba el plan canje, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, aseguraba que las Lebac no son una “preocupación”.
Durante el congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Iaef), Sturzenegger aseguró que las tasas del 40 por ciento anual llegaron para quedarse. “No voy a mentirles diciéndoles que las tasas volverán rápidamente al nivel que tenían”, dijo.
Poco después, en el mismo foro, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, lo contradijo. Dijo que el actual nivel de tasas “es coyuntural y no podrá mantenerse a largo plazo”. Mientras decía esto colocaba 500 millones de dólares en letras a través de dos emisiones que pagaron entre 4 por ciento y 4,30 por ciento.
También en el congreso del Iaef, el economista Ricardo Arriazu criticó la estrategia oficial de fijar la tasa de interés. Dijo que tiene muy poco impacto en los precios de la economía porque “la política monetaria funciona completamente distinto aquí que en otros países”. Recordó que el stock total de créditos en la Argentina es del 15 por ciento del PBI. “Por todo esto, la tasa de interés afecta muy poco el nivel de precios pero sí genera incentivos para el carry trade (bicicleta)”, advirtió.
Arriazu, junto a Miguel Kiguel, Miguel Bein, Miguel Broda y Pablo Guidotti, se reunieron ayer con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. El nuevo mandamás económico hizo una reunión espejo a la que días atrás hizo el presidente del Banco Central con economistas jóvenes y descontracturados.
Antes de ese intercambio, Kiguel alertó que el desembolso del FMI a la Argentina debería rondar los u$s 30.000 millones. “Si el paquete es más chico se va a decepcionar el mercado y habrá otro sacudón”, dijo, y agregó que el crecimiento de este año será bajo porque se vienen dos trimestres consecutivos de caída del PBI.
El ex funcionario de Carlos Menem y Fernando de la Rúa advirtió sobre nuevas subas en la tasa de interés de los Estados Unidos.
Precisamente, un documento de la Reserva Federal (FED) mostró ayer que sus miembros son proclives a subir “pronto” las tasas de interés de Estados Unidos ante “la solidez de la economía y el alza de la inflación”. Ese aumento podrá llegar en la reunión de política monetaria de junio.