La investigación proporciona al cultivo alto porcentaje de fibra, calidad y sanidad haciendo al cultivo resistente a la bacteriosis y la enfermedad azul. Peppo rubricó convenios de comercialización y acciones de fortalecimiento con el sector privado.
El gobernador Domingo Peppo participó de la presentación de tres nuevas variedades transgénicas de algodón elaboradas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Además rubricó convenios con el sector privado para la comercialización de las nuevas semillas y realización conjunta de programas de investigación y acciones conjuntas para el fortalecimiento de la cadena agroindustrial del algodón.
“El desarrollo del algodón es fundamental para el fortalecimiento de la región”, aseguró el primer mandatario en la jornada Nueva Genética Algodonera, del Chaco al País que se llevó a cabo en Presidencia Sáenz Peña. Las nuevas semillas, que recibieron los nombres Guazuncho 4 INTA BGRR, Porá3 INTA BGRR y Guaraní INTA BGRR, se diferenciarán por su alto porcentaje de fibra, calidad y sanidad haciendo al cultivo resistente a la bacteriosis y la enfermedad azul.
Por otra parte, el gobernador entregó del título de propiedad del campo anexo a la estación experimental agropecuaria del INTA en Las Breñas. El mismo tiene una superficie de 539 hectáreas, el cual será destinado para actividades de investigación y experimentación adaptativa en temas forestales y Sistemas Silvopastoriales.
En su discurso, Peppo destacó el trabajo del INTA en toda la región, y felicitó y a las y los técnicos por los resultados obtenidos. “Valoramos el acompañamiento a los productores para hacer que el algodón vuelva a ser el cultivo más fuerte de la provincia”, dijo.
En tal sentido remarcó la importancia que, luego de 10 años, se puedan incorporar nuevas variedades de semillas, especialmente en la actual campaña donde se observan un importante incremento de intención de siembra. Allí explicó: “Los avances científicos otorgan una relevante impronta a la cadena algodonera, es poner al algodón en el centro de la agenda productiva, es un cultivo que tiene efectos productivos muy relevantes en el mundo”.
“Desde el Gobierno Provincial siempre trabajamos con los productores, y una de las políticas fue el incremento del fondo algodonero”, dijo y recordó que en la mesa algodonera se había planteado que era fundamental el desarrollo genético.
Participaron de la actividad el ministro de Producción, Marcelo Repetto; su par de Formosa, Raúl Quintana; el presidente del INTA, Juan Balbín; el vicepresidente Mariano Bosch; la directora regional Chaco- Formosa del organismo, Diana Piedra; el representante del Ministerio de Agroindustria en el Consejo Directivo del INTA, Carlos Vera; el intendente de Sáenz Peña; Gerardo Cipolini.
El algodón como estrategia de desarrollo
“Para nosotros el algodón no solo es un cultivo o una actividad agroindustrial, es una estrategia de desarrollo. Estamos convencidos que trabajar en la solución de los problemas complejos que ha tenido desde siempre la cadena agroindustrial del algodón, es el mejor proyecto de desarrollo territorial que el INTA puede tener en esta región”, subrayó la directora regional del organismo, Diana Piedra. Asimismo, ratificó el camino del INTA y aseguró: “Siempre estuvimos muy seguros del liderazgo tecnológico de nuestra institución eneste tema”.
Por otro lado, citó algunos de los logros más significativos de los últimos años en materia algodonera y precisó que el organismo diseña su estrategia en función de la demanda. Se refirió así a la Trampa de Observación Mata Insectos (Tomi), creada por el INTA para combatir el picudo, que está siendo probada conjuntamente con una empresa privada para ser lanzada al mercado. Esto permitirá contar con trampas nacionales y ya no importadas como ocurría antes.
Otro de los logros significativos fue la formulación de protocolos relacionados a la siembra, cosecha, desmote y muestreo de la calidad de la fibra, en el marco del programa nacional Procalgodón, que permitirá volver aposicionar elalgodón argentino en el mercado internacional. Por último, valoró las cualidades de las nuevas variedades con tolerancia herbicida y resistencia a especies de insectos lepidópteros, que resultaron de un destacable trabajo de los técnicos del INTA.
“Las actividades relacionadas al algodón han representado históricamente una de las principales fuentes de ingresos y empleo con gran relevancia en esta región; queremos volver a colocar la actividad en ese lugar”, finalizó Piedra.
Empoderar al pequeño productor
El titular del INTA Juan Balbín expresó que este es un hecho histórico: “Cuando entré a la estación experimental y vi el árbol genealógico del algodón que empieza en 1958 y hoy en 2018 estamos donde estamos, la verdad que no es casualidad. Creo que si nos preguntamos qué es el INTA, insisto en que es la gente. Hubo un enorme equipo de trabajo que, en condiciones muy favorables en un momento y muy adversas en otro cuando caía la producción, un investigador padeciendo como un cultivo iba para atrás, impulsó el desafío”, aseguró.
En este sentido, expresó que “ese es uno de los grandes valores del INTA, como su gente ha sostenido determinadas líneas de investigación y eso nos permite estar en este punto hoy. Esto es un ejemplo, por un lado un convenio de biotecnología que nos permiten acceder a genes y estar a nivel internacional y por otro lado, una empresa que va a vehiculizar nuestro desarrollo para llegar al productor y potenciarlo. Y a su vez, al INTA le vuelve a través de regalías, la posibilidad de iniciar nuevas líneas de investigación”.
En cuanto al sistema implementado por el convenio, expresó que es un modelo muy importante y que merece la puesta en valor “ya que demuestra cómo generamos y nos vinculamos desde un instituto público y cómo eso influye y genera trabajo en todas las ramas en el territorio. También es importante el acceso de los pequeños productores a las nuevas tecnologías, que le permitan estar jugando en las categorías mayores. Me parece clave que estén disponibles y que no sean hechos aspiracionales que postergan su desarrollo y su productividad. Empoderar a los pequeños productores es fundamental. Destaco el esfuerzo que hacen las cuatro provincias”, finalizó.
Firma de convenios del INTA
En total se realizó la firma de seis convenios. El primero fue realizado con Monsanto, donde presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Juan Balbín firmó la carta de aceptación a la propuesta efectuada por Monsanto Company, en el cual la empresa autoriza al INTA a llevar adelante su programa de Desarrollo de Introgresión de los eventos de transformación para la especie algodón con tolerancia a insectos y herbicidas.
A través del Convenio de Transparencia de Tecnología con Gensus, el INTA le otorga a Gensus una licencia exclusiva para producir y comercializar en Argentina la semilla de las variedades de algodón genéticamente modificada Guazuncho 4 BR INTA y Porá 3 BR INTA, como así también una licencia no exclusiva para producir y comercializar en el país la variedad de algodón genéticamente modificada Guaraní BR INTA; todas ellas propiedad del Instituto.
Asimismo firmó la Carta de intención con Unitec Agro y Marfa las cuales tienen como objetivo la formalización de un antecedente en el cual el INTA y la empresa expresan la voluntad de desarrollar de forma conjunta actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería, la investigación y la transparencia de tecnología referidas a dichas actividades.
El acuerdo de cooperación institucional con la Unidad para el Cambio Rural (UCAR) y el Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias IIFA tiene como objetivo contribuir a la readecuación tanto en infraestructura como en equipamiento del vivero del IIFA.
Desarrollo y progreso local
El intendente Cipollini expresó: “Nos llena de emoción esta nueva ventana que se abre al optimismo y la esperanza vinculada a estas tres nuevas variedades genéticas del algodón. El algodón está ligado a la historia inicial de nuestra ciudad, hizo grande a Sáenz Peña y al Chaco y durante años fue la fuente de progreso y desarrollo que nos permitió crecer”.
Asimismo, hizo hincapié en los motivos de que el cultivo haya perdido espacio en la Provincia asegurando que “avatares del cultivo han hecho que eso se pierda, pero volvemos a tener esperanza con la llegada de estas variedades. En el Chaco hay demasiada capacidad algodonera en las manos de los productores, en la infraestructura industrial y equipamiento, y pensamos que no debe irse del Chaco, sino volver a ser lo que fue de la mano de los Estados junto al sector privado”.
Fuente: Revista Chacra