Muchos dicen que restringir ese tipo de hidratos de carbono ayuda a bajar de peso y a sentirse mejor, pero… ¿es realmente beneficioso para el organismo?
Las harinas se volvieron “alimentos prohibidos” para las personas que buscan adelgazar y para quienes quieren llevar una vida saludable. Sin embargo, eliminarlas de nuestra alimentación no contribuiría a tener una vida sana.
“No es saludable evitar las harinas porque forman parte de los hidratos de carbono complejos que son nuestra principal fuente de energía. El cerebro se alimenta exclusivamente de glucosa obtenida a partir de los hidratos, es decir que si no los consumimos vamos a tener que utilizar otras fuentes como grasas y proteínas para obtener energía. Hoy en día muchos promueven eliminar las harinas o consumirlas la menor cantidad de veces por semana. Todo esto nos asusta, nos da miedo a engordar o mucho peor: nos hace sentir culpables e impedir disfrutar de algo tan rico como por ejemplo un palto de fideos” explicó Solange Cittadini, Licenciada en Nutrición (MN 8704).
Varios tipos de harinas
Cittadini dio algunas características para tener en cuenta: La harina es un cereal complejo que brinda energía a largo plazo. Hay muchos tipos de cereales que pueden transformarse en harina: arroz, trigo, cebada, centeno, quinoa, amaranto, trigo burgol, mijo etc. “Si son integrales poseen el grano entero por lo que aportan más fibra, vitaminas y minerales. Las harinas nos aportan principalmente hidratos y estos son indispensables para obtener energía”.
¿Harinas, sí o no?
Dejar de comer harinas produce pérdida de masa muscular y deshidratación. “Quizás por eso veamos un descenso de peso, por la disminución de agua y músculo”, dijo Cittadini. Además, genera cambios en el humor, aumenta el cansancio, la irritabilidad y puede ocasionar mareos.
“Claro que se puede comer harinas y bajar de peso. Aprender a comer de todo es la mejor solución para poder lograr resultados sostenibles a lo largo del tiempo. La idea no es prohibir harinas o hidratos de carbono si no aprender a moderarlos. El consumo va a depender de cada persona en particular, su objetivo y requerimiento, pero siempre la idea va a ser que se cubran esos hidratos de carbono (harinas) conjuntamente con todos los macro y micronutrientes: proteínas, grasas, vitaminas y minerales”, comentó.
Por lo general se recomienda consumir harina integral porque contiene mayor cantidad de fibra y brinda mayor saciedad.
El plato ideal
Cittadini explicó cómo deberíamos comer en el almuerzo o en la cena: “El plato se divide en tres y está compuesto por la mitad de vegetales (crudos o cocidos), un cuarto de proteínas (carnes magras, pescado, pollo huevo o quesos descremado) y un cuarto de hidratos (harinas como arroz, pasta, fideos o papa, batata, choclo)”. Esto va a depender de los objetivos de cada persona, pero lo más importante es tener en cuenta que no hay que eliminar alimentos sino aprender a balancearlos.