El Movimiento Cinco Estrellas busca un pacto para evitar nuevas elecciones en Italia
La Liga y Cinco Estrellas resucitan el acuerdo de Gobierno con Conte como primer ministro
Casi tres meses después de las elecciones, Italia ultima un nuevo Gobierno. Al final de una jornada frenética de reuniones, el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga anunciaron este jueves un acuerdo para dar luz verde, por segunda vez, al “Gobierno del cambio”, como ha sido bautizado por sus protagonistas, después de que Matteo Salvini renunciara a incluir en el gabinete al economista euroescéptico Paolo Savona como ministro de Finanzas.
El líder del M5E, Luigi Di Maio, y su homólogo en la Liga, Matteo Salvini, retomaron este jueves las negociaciones para tratar de encontrar un sustituto al ministro ‘antieuro’ Paolo Savona y evitar elecciones anticipadas. “Existen las condiciones para un ejecutivo político M5E-Liga“, confirmaba la breve nota oficial difundida tras la reunión.
Poco después Carlo Cottarelli, el ex dirigente del FMI designado por el presidente de la República, Sergio Mattarella, para formar un Gobierno técnico de transición que llevara a Italia hasta las elecciones anticipadas después del verano, se presentó en el Palacio del Quirinal, sede de la presidencia de la República, para rechazar formalmente el encargo. “La formación de un Gobierno político es la mejor solución para un país, vista la incertidumbre de nuevas elecciones”, dijo en su comparecencia recibiendo un insólito aplauso de los periodistas allí concentrados.
Estaba previsto que Cottarelli presentara a los miembros de su Ejecutivo el miércoles, pero el desplome de la Bolsa, los ataques indiscriminados contra el jefe del Estado, la convocatoria de protestas en las calles y la petición unánime de volver a las urnas lo antes posible, habían convencido a Mattarella de que la mejor opción era esperar.
El acuerdo fue sellado tras cuatro días de incertidumbre después de que Giuseppe Conte, el abogado y profesor de Derecho elegido por el M5E para encabezar el Ejecutivo, renunciara al encargo de formar Gobierno por el veto del presidente Mattarella a Paolo Savona, un respetado economista octogenario, ex ministro de Industria en los años noventa en el Gobierno de Carlo Azeglio Ciampi, pero profundamente euroescéptico y contrario a la hegemonía alemana.
La decisión de Mattarella provocó la ruptura del pacto de Gobierno entre ambos partidos y creó una gran división entre aquellos que aplaudieron el golpe en la mesa del presidente, que había llegado a aceptar un candidato a primer ministro sin experiencia política y completamente desconocido como Giuseppe Conte, pero que no estaba dispuesto a permitir un ministro de economía que pusiera en duda la vocación europeísta de Italia, uno de los países fundadores de la UE, y quienes se lanzaron contra su figura, empezando por los dos líderes políticos.
Las últimas 48 horas fueron de infarto. Mientras Carlo Cottarelli tenía prácticamente cerrada su lista de ministros, Luigi Di Maio propuso ‘in extremis’ a Matteo Salvini elegir a otro candidato como ministro de Finanzas. “Si hay un ministro que no es aceptado por la Presidencia de la República, tenemos que hacer un razonamiento. Tenemos una lista de ministros, un primer ministro, elijamos a una persona que tenga el mismo nivel que el profesor Savona”, dijo el líder ‘grillino’ en un vídeo publicado en las redes sociales. Después de haber pedido la destitución del presidente, Di Maio echó marcha atrás y se mostró dispuesto a colaborar con el jefe del Estado para encontrar una solución a la parálisis política. La propuesta era un mensaje directo a Salvini para que renunciara a Savona a cambio de dar a luz un Gobierno político.
Pero Matteo Salvini, que ya se había lanzado de nuevo en campaña aprovechando los actos electorales programados con motivo de las elecciones municipales que se celebrarán en las próximas semanas, no estaba dispuesto a hacer más concesiones. “Pasé semanas en Roma tratando de hacer un gobierno, fue un esfuerzo inútil, ahora quiero estar entre los italianos”, dijo el líder de la Liga. “Cuanto antes votemos mejor, porque es la mejor manera de salir de este caos”. Sin embargo, en apenas unas horas, todo cambió. El líder de la Liga suspendió su agenda y volvió precipitadamente a Roma para reunirse con Di Maio. “Compromiso, coherencia, escucha, trabajo, paciencia, sentido común, cabeza y corazón por el bien de los italianos”, escribió el líder de la Liga en las redes sociales, celebrando la ‘fumata blanca’. “Quizá finalmente estamos preparados después de tantos obstáculos, amenazas y mentiras”, añadió.
Los dos líderes políticos se han reservado las vicepresidencias del Gobierno y dos de los ministerios con más peso en el Ejecutivo. Luigi Di Maio será el responsable de Trabajo y Matteo Salvini de Interior, desde donde pondrá poner en pie algunas de sus promesas electorales incluidas en el programa de Gobierno pactado entre ambas fuerzas, como la expulsión de medio millón de inmigrantes irregulares.
El nuevo ministro de finanzas italiano será Giovanni Tria, economista poco sospechoso de tener inclinaciones eurófobas, presidente de la Escuela Nacional de Administración y profesor de Economía de la Universidad de Tor Vergata de Roma. Salvini ha conseguido sin embargo que el polémico economista ‘antieuro’ no quedara fuera del gabinete y ocupará la cartera de Asuntos Europeos mientras que Exteriores correrá a cargo de Moavero Milanesi, ex ministro en los Gobiernos de Mario Monti (2011-2012) y Enrico Letta (2013-2014). Un Ejecutivo no precisamente ‘antisistema’.