“Yo nunca quise separarme de mi hijo”, dijo su mamá.
Tras haber vivido 40 años separados, llegó el momento del reencuentro que emocionó a la familia, a los vecinos y a las redes sociales.
Andre Kuik, nació en Indonesia hace 40 años y fue separado de su madre ya que su padre no quería hacerse cargo de él. Por tal motivo, el niño fue adoptado a los cuatro meses, por una familia holandesa.
El tiempo pasó, Andre creció y las dudas aumentaron.
Si bien él sabía que era adoptado y la familia holandesa lo apoyaría en la búsqueda de su familia natal, él se tomó 35 años para decidir conocer a sus padres biológicos, hasta que 5 años después logró encontrarlos.
“Viajé a Indonesia en el 2013 y a partir de entonces empecé a cuestionar mis raíces”, comentó a la BBC el protagonista de esta historia.
Una de las ayudas esenciales fueron los documentos de adopción, ya que allí aclaraba que sus padres biológicos vivían en Lampung, Indonesia.
“Siempre fui feliz y no tuve ni tengo problemas con ser adoptado. Pero mi origen me causaba curiosidad. Me preguntaba si me parecería a mi madre o a mi padre, y si tendría o no hermanos”, agregó.
Tras una intensa búsqueda por parte de organizaciones a las que él se anotó, encontraron a Kartini, la madre biológica que también ansiaba conocer a su hijo.
“Nunca tuve intención de entregar a mi hijo en adopción”, comentó la madre del joven.
Sin embargo su esposo, ni bien supo que el niño había nacido, decidió dejarlo en el Hospital y cuando ella regresó a buscarlo -después de una semana-, no lo encontró más.
“Una semana después regresé al hospital para ver a mi bebé y no me lo permitieron. Volví a mi casa e interrogué a mi esposo. Luego tuvimos una discusión y le dije ‘¿Cómo no pude una madre ver a su propio hijo? Mi esposo no podía contestar esa pregunta”, agregó Kartini.
El tiempo pasó y el deseo de conocerse de ambos era tan fuerte que finalmente lograron conocerse.
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