Si querés dejar las gaseosas, la soda puede ayudarte en esa difícil transición. Todo el mundo piensa que esta bebida es buena para tu salud, pero resulta que hay dos buenas razones para pensar que no es tan saludable como pensamos.
Según los expertos, el agua gasificada engorda y tiene un impacto fuerte en tus dientes. Las burbujas se producen cuando se le agrega dióxido de carbono bajo presión y el resultado es agua que contiene poco ácido carbónico.
Según Adam Thorne, un dentista que opera en Londres, la soda puede tener un efecto muy dañino para tus dientes. “Mucha gente no tiene idea que el agua gasificada es extremadamente ácido, con un ph3 en la escala. Las burbujas erosionan el esmalte, y con el tiempo esto ocasiona dientes amarillos y partidos”, dijo a The NY Post.
Por otra parte, Edmond R. Hewlett, un experto de la American Dental Association, opina lo contrario. Según The NY Post, el experto dijo que toda agua que no tenga sabor está bien pero lo que la vuelve más ácida son los saborizantes. “Los estudios demostraron que las aguas, aunque sean gasificadas, tienen un potencial muy bajo de erosionar los esmaltes”, contó a Food Network. Sin embargo, el especialista dijo que falta mucha investigación para entender los efectos del agua gasificada.
Hace unos meses, un grupo de científicos reveló que el agua gasificada engorda , aunque no tenga calorías. La investigación sugiere que el dióxido de carbono en la bebida puede hacerte sentir menos satisfecho y así disparar a la “hormona del hambre”. Esto quiere decir que comés de más hasta sentirte lleno.