Varias compañías expusieron cómo acompañarán la devaluación, prevén alzas de hasta el 10 por ciento.
En estos encuentros, que seguirán hoy y mañana, el subsecretario de Comercio, Ignacio Werner, preguntó a los empresarios cómo había impactado la última devaluación en su estructura de costos y cómo pensaban trasladar eso a precios. “Todas las reuniones fueron individuales, no hubo ningún compromiso de las partes, pero sí se pidió prudencia”, confió otro directivo de una industria alimentaria reunida en Copal.
En otra compañía del sector, en tanto, afirmaron que sí habían delineado su plan de aumentos. “De nuestro lado, mandamos una lista actualizada de precios con aumentos del 10%, pero que se van a ver reflejados recién en junio. Hoy nuestros productos se siguen vendiendo a precio viejo”, confirmó la fuente. “El dólar influye, pero no es lo principal, ya que también nos pegan las tarifas y los aumentos de salarios”, acotó.
En cambio, en otra gran empresa del rubro la ecuación es distinta. “A nosotros sí nos pega mucho la devaluación de estos días, porque tenemos una división de negocios totalmente en dólares y otras con alto porcentaje. Hay una serie de aumentos previstos, pero los estamos viendo con delicadeza, porque hay un reclamo social por la inflación”, dijo un ejecutivo de esa firma.
Fuentes de la Subsecretaría de Comercio comentaron que en todos los sectores encontraron conciencia de que el consumidor no está validando cualquier precio. “Por lo tanto, no hay mucho margen de acción en el segmento consumo masivo para subir precios. Se trataron problemáticas distintas según la particularidad de cada compañía, con situaciones heterogéneas”, expresaron.
Una voz del sector de alimentos y bebidas relató que lo que le dieron a Werner fue el dato de que un 60% de los insumos de la industria de alimentos están dolarizados. “También se le explicó lo que fueron los aumentos de la semana pasada. Porque acá hay un mundo de 270.000 puntos de venta. De esos, 35% son supermercados e hipermercados (que representan 60% de las ventas)”, detalló. La realidad, según esta fuente, es que para implementar en cientos de productos una lista nueva se tarda 15 días. “Lo que pasó es que, a fines de abril, antes de la última devaluación, la mayoría mandamos una lista con aumentos del 6% en promedio. Eso recién se hizo efectivo la semana pasada. Por eso muchos dijeron que al otro día de subir el dólar ya aumentábamos, pero no es así. Hoy es imposible trasladar esta devaluación a una lista con 20% de aumento”, aclaró el ejecutivo.
Hasta ahora, las empresas convocadas fueron Danone, Mondelez, Mastellone, Molinos Río de la Plata, Arcor, Unilever, Kimberly Clark, Coca-Cola, Quilmes, Molino Cañuelas, Baggio, Clorox, Adeco, Ledesma, Procter & Gamble, Las Marías, PepsiCo, Aceitera General Deheza, Bimbo, La Virginia, Dulcor, Tabacal, SC Johnson & Son, Nestlé y Milkaut.
“Las empresas grandes tienen espalda para aguantar un tiempo sin aumentar, pero las pymes están complicadas”, se lamentó un empresario. “Apoyamos al Gobierno en esta, siempre y cuando se garanticen demanda y consumo. Para nosotros, es un tiro en contra subir precios de forma constante, porque el consumidor no te compra”, se sinceró otro.
Las claves de la pulseada
El reclamo del consumidor: Si bien en las empresas insisten en que no pueden dejar de trasladar parte de la devaluación a sus precios, también son conscientes de que el consumidor puede dejar de comprarles.
Detrás de la inflación: El año pasado la inflación fue de 24,8%, pero la inflación de alimentos y bebidas fue de 21%, siempre según el Indec. Y este año va a pasar lo mismo, sostienen en la industria alimentaria.
-2,1%
Consumo en baja: Es lo que cayó el consumo de alimentos y bebidas entre 2015 y 2017.
60%
En dólares: Es el porcentaje de insumos dolarizados que tiene la industria alimentaria en el país.