El mandatario dijo que se trata de una situación en la que organizaciones delictivas quieren “amedrentar, intimidar y mostrar poder”. Admitió que podría estar el hecho vinculado a la causa de los Monos, pero sugirió esperar los resultados de la investigación.
El gobernador se refirió esta mañana desde Bangkok, Tailandia, a la balacera producida contra la casa en la que residía uno de los jueces que integraron el tribunal que juzgó a la banda de los Monos, en la ciudad de Rosario.
“Fue claramente un acto de intimidación sobre la justicia en general, tanto provincial como federal. Quizá tenga alguna relación con la decisión que se había tomado de trasladar a dos de los responsables o jefes del grupo de Los Monos a cárceles federales, cosa que efectivamente se concretó en la madrugada de hoy, pero apunta sobretodo a tratar de atemorizar a jueces y fiscales que están interviniendo en éstas y otras causas vinculadas al narcotráfico, y a los hechos de violencia que se han dado en los últimos tiempos. Yo me comuniqué con el ministro de Seguridad para que extreme los recaudos a fin de brindarle los máximos niveles de protección a los jueces que integraron el tribunal y de la misma forma a los fiscales que intervinieron en estas y otras causas conexas. Le pedí también al ministro de Justicia que se comunicara personalmente con el Dr.Manfrín para transmitirle nuestra solidaridad y nuestro apoyo en esta circunstancia, y se está tomando contacto también con la justicia federal y con la ministra de Seguridad de la nación. La idea es coordinar las acciones a seguir no sólo para encontrar a los responsables de esta balacera, sino para avanzar y profundizar las investigaciones que están en curso”.
Consultado sobre si sería la Banda de los Monos quien estaría enviando este “mensaje”, el gobernador aclaró que “es difícil afirmarlo prematuramente hasta tanto no se avance un poco más en las investigaciones y se pueda encontrar a quienes actuaron de manera directa y, en todo caso, poder dilucidar si hubo actores intelectuales detrás. Pero claramente pareciera que está vinculado a la situación de Los Monos aunque obviamente va a depender de cómo avancen las investigaciones. En cualquiera de los casos creo que son reacciones que tienen que ver con el cerco que se les ha puesto en ésta y otras ciudades de parte de la justicia provincial y federal. Se han ido tomando decisiones en el ámbito judicial y ministerial que están poniéndole coto al accionar bastante impune de algunas de estas organizaciones”, planteó.
“Esto dijo- tiene que servirnos a todos primero para estrechar el trabajo conjunto entre los dos niveles de justicia, federal y provincial; y por otro lado creo que este tipo de acciones deben tener el amplio y contundente repudio de todos los sectores de la sociedad civil. Debemos dar un fuerte respaldo a jueces que están actuando realmente con decisión para hacer cumplir la ley”.
Consultado acerca de cuál sería el mensaje que se intentó dar a jueces y fiscales, Lifschitz respondió que es “amedrentar, intimidar, mostrar poder. Son reacciones de grupos violentos que se sienten amenazados porque por primera vez en muchos años se está avanzando de manera contundente en este tema entre poder político y judicial”.
De todos modos, el mandatario negó que haya en la provincia “una situación de impunidad” frente a los hechos ocurridos. “Estamos frente a una organización que ha sido desmembrada y cuyos referentes máximos condenados con penas muy altas y trasladados hoy a cárceles federales para evitar que puedan seguir actuando desde el penal o influyendo sobre acciones delictivas o de violencia en la ciudad de Rosario particularmente. Es una tarea que no termina y hay que seguir profundizando”, admitió.
Finalmente, y consultado por este diario sobre el antecedente de la balacera a la casa de Antonio Bonfatti años atrás, consideró que “son situaciones diferentes. Probablemente no tengan conexión unas con otras. Son reacciones de organizaciones que fueron claramente caracterizadas como violentas y vinculadas al narcotráfico, y hoy reaccionan frente a una acción muy decidida de la justicia. El aspecto positivo es que no hay impunidad pero la otra lectura es que todavía tenemos que recorrer un trayecto hasta terminar de desarticular estos grupos”, concluyó.