La regulada alimentación semanal de nueces, almendras, semillas de sésamo, avellanas y más, nos reduce el riesgos cardíacos.
Comer varias porciones de frutos secos todas las semanas puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar irregularidad del ritmo cardíaco y fibrilación auricular, también conocida como aleteo cardíaco, según ha detectado una investigación publicada en línea en la revista ‘Heart’.
Este nivel de consumo también puede disminuir el riesgo de desarrollarinsuficiencia cardíaca, aunque los hallazgos son menos consistentes, tal y como indica la investigación.
Estudios previos han sugerido que comer frutos secos regularmente se vincula con menor riesgo de enfermedad cardíaca/accidente cerebrovascular y muerte asociada, pero no está claro a qué aspectos particulares de la enfermedad cardiovascular se puede vincular el consumo de frutos secos.
Para explorar esto con más profundidad, los investigadores recurrieron a las respuestas completas al Cuestionario de Frecuencia de Alimentos e información sobre el estilo de vida de más de 61.000 suecos de 45-83 años de edad. Se rastreó su salud cardiovascular durante 17 años (hasta el final de 2014) o hasta la muerte, lo que ocurriera primero.
Las personas que comían frutos secos tendían a tener mejor formación y estilos de vida más saludables que aquellos que no incluían frutos secos en su dieta. Era menos probable que fumaran o que tuvieran un historial de presión arterial alta. Y eran más delgadas, más activos físicamente, bebían más alcohol y comían más frutas y verduras.
Durante el período de monitorización, hubo 4.983 ataques cardíacos, de los cuales 917 fueron fatales; 3.160 casos de insuficiencia cardíaca; 7.550 casos de fibrilación auricular; 972 casos de estrechamiento de la válvula aórtica; 983 aneurismas aórticos abdominales (un bulto o hinchazón en la aorta, una arteria principal); y 3.782 casos de apoplejía causados por un coágulo sanguíneo (isquémico) y 543 generados por una hemorragia cerebral (hemorragia intracerebral).
El consumo de frutos secos se asoció con menor riesgo de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular y aneurisma aórtico abdominal, después de tener en cuenta la edad y el sexo. Pero cuando se tuvieron en cuenta varios factores de riesgo potencialmente influyentes, incluidos el estilo de vida, la dieta general, la diabetes y los antecedentes familiares, solo surgieron relaciones con la fibrilación auricular y la insuficiencia cardíaca.
A mayor consimo, menor riesgo
A medida que se incluyeron frutos secos en la dieta más a menudo, menor era el riesgo asociado de fibrilación auricular, como mostraron los hallazgos. Comer una porción de frutos secos de una a tres veces al mes se vinculó con un 3 por ciento menos de riesgo, aumentando a 12 por ciento al comerlos entre una o dos veces por semana, y al 18 por ciento al comerlos tres o más veces a la semana.
Los hallazgos para la insuficiencia cardíaca fueron menos consistentes: el consumo de frutos secos semanal moderado, pero no alto, se asoció con un riesgo 20 por ciento menor. Cada porción adicional de frutos secos consumidos durante la semana estuvo asociada con una disminución del 4 por ciento en el riesgo de fibrilación auricular.
Comer frutos secos regularmente no se vinculó con un menor riesgo de estrechamiento de la válvula que sirve a la arteria más grande del corazón, la aorta, o con el riesgo de accidente cerebrovascular.
No obstante, es un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causalidad. Los investigadores enfatizan que aquellos que comieron frutos secos tenían menos factores de riesgo cardiovascular para empezar, lo que pudo haber afectado los hallazgos.
Pero la fortaleza del estudio radica en su gran tamaño y la gran cantidad de casos de enfermedades cardiovasculares reportados durante el período de monitorización, dicen.
Los frutos secos son una rica fuente de grasas saludables, minerales y antioxidantes, todo lo cual puede ayudar a la salud cardiovascular, explican.
“El consumo de frutos secos o los factores asociados con este comportamiento nutricional puede jugar un papel en la reducción del riesgo de fibrilación auricular y posiblemente insuficiencia cardíaca”, escriben.