Se la conoce como la enfermedad silenciosa, y si bien siempre se la asocia a los seres humanos, los gatos también pueden padecerla, por lo que hay que tomar ciertos recaudos. Cambios de conducta, pérdidas de peso, cegueras temporales y problemas en los riñones pueden ser algunos síntomas a los que hay que prestarles atención.
La hipertensión es una enfermedad conocida como silenciosa ya que no aparenta tener síntomas físicos muy claros y evidentes, lo que la convierte en un problema con altos riesgos para aquellos que la padecen. Si bien siempre fue asociada a los seres humanos, pocas personas saben que los gatos también pueden padecerla por lo que el cuidado y tener en consideración algunos signos que evidencien que algo puede estar sucediendo, es lo más recomendable.
El consumo de sal debe ser lo primero a lo que se ataca: “Modificar la dieta y disminuir el consumo de sal son medidas muy beneficiosas para el animal. Las mediciones de tensión se deben hacer cada dos o tres meses, dependiendo de la urgencia que requiera el avance del tema”.