El Presidente no estará en Rusia, donde tenía previsto ver dos partidos.
a crisis financiera desatada en los últimos días se cobró una víctima colateral: la presencia del presidente Mauricio Macri en el Mundial de fútbol . Viajar a Rusia dentro de un mes para asistir a dos partidos de la selección en la primera fase ya no es una opción, según confirmó a LA NACION una fuente de primera línea y gran cercanía al jefe del Estado.
“No va a ir de ninguna manera. En esta situación ya no es algo que se tenga en cuenta”, dijo la fuente. Macri tenía previsto estar el 16 de junio en Moscú para el debut de Argentina ante Islandia y asistir cinco días después, en Nizhni-Novgorod, al choque con Croacia. La otra opción, en una agenda recargada por su presencia en la cumbre del G-7 el 8 y 9 de junio en Canadá, era ver el partido ante Croacia el 21 de junio y el enfrentamiento con Nigeria cinco días más tarde en San Petersburgo. Nada de eso será posible, la velocidad en el cambio de expectativas echó por tierra los planes del Presidente, que semanas atrás se entusiasmaba con lo que pudiera lograr la selección de Lionel Mess i: “Vamos por todo. Y si llegamos a la final, vuelvo”. Macri le había planteado incluso sus planes al presidente ruso, Vladimir Putin , durante una visita en enero. Entusiasmado, el jefe del Estado le pidió a su homólogo ruso que le ofreciera buen caviar, a lo que Putin respondió que lo que no podía dejar de probar era el vodka.
Presidente de Boca durante 12 años , el fútbol funciona como un cable a tierra para Macri, que está pendiente de lo que sucede con Boca y tiene bien analizada a la selección de Jorge Sampaoli , con el que mantuvo ya dos reuniones desde que está a cargo del equipo. Y, más allá de sus diferencias políticas, Macri y Sampaoli tienen una coincidencia futbolera: la Argentina necesita definir un medio campo estable que potencie a Messi. Convencido de que no hay “cosa más linda” que hablar de fútbol, perderse el Mundial es un asunto sensible para Macri, que se encontró sin alternativas ante la dinámica desatada en los últimos días.
“No se puede ir al Mundial de ninguna manera. Ir a Rusia en estas circunstancias es ir a perder sí o sí. Y perder por goleada”, graficó un funcionario a LA NACION. La ausencia de Macri en Moscú es también un golpe para la diplomacia deportiva del país, ya que el jefe del Estado tenía previsto impulsar la candidatura a sede del Mundial 2030 que la Argentina comparte con Uruguay y Paraguay. No será el caso.
“El fútbol te obliga a la humildad permanente”, suele repetir el Presidente en la intimidad. Esta vez fueron la política y la economía las que doblegaron al fútbol. ¿Y si la Argentina llega a la final? Esa sería ya otra historia.