Tendrá a su cargo la coordinación de nueve ministerios del área y quedará por encima de sus pares, con amplias atribuciones en la reducción del deficit; fuerte señal al FMI.
Nicolás Dujovne es el elegido por Mauricio Macri para llevar adelante el ajuste o, en palabras del Presidente, la “aceleración” que tendrá de ahora en más el gradualismo. A cargo de la coordinación del equipo económico, desde hoy el ministro de Hacienda administrará su poder de veto sobre sus pares para habilitar gastos.
Ese es, en última instancia, el poder que le transfirió el Presidente, que buscó así enviar sendos mensajes al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los mercados.
La decisión de empoderar a Dujovne al frente de todos los ministerios económicos fue tomada por Macri en consulta con el jefe de Gabinete, Marcos Peña . Además, en función de las señalas señales que procuró transmitir el Gobierno. fue interpretada como una jugada a dos bandas, dado que Dujovne está al frente de la negociación con el FMI y los mercados le reclamaron siempre al Presidente un interlocutor más fuerte.
El ministro de Hacienda, además, pasará a manejar cuatro pilares claves de la economía: la política fiscal, la estrategia de crecimiento, la ejecución presupuestaria y el control de la inflación, esto último en coordinación con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. La primera reunión de la mesa que comanda el titular del Palacio de Hacienda será mañana.
“Entró en jaque la estructura, pero el cambio es una buena señal para adentro y para afuera. Había que unificar la toma de decisiones de la mesa económica y Dujovne sabe trabajar en equipo”, destacaron fuentes del gobierno nacional.
Una de las características del ministro de Hacienda que terminaron por convencer a Macri fue el método que aplicó para la reducción del déficit fiscal. Dujovne se fijó metas trimestrales y desde el comienzo sobrecumplió los objetivos.
Macri puso a Dujovne a coordinar a nueve ministros. Como adelantó ayer el diario Clarín, Nicolás Caputo (Finanzas), Guillermo Dietrich (Transporte), Jorge Triaca (Trabajo), Rogelio Frigerio (Interior), Francisco Cabrera (Producción), Luis Miguel Etchevehere (Agroindustria), Juan José Aranguren (Energía), Gustavo Santos (Turismo) y Andrés Ibarra (Modernización) deberán reportarle, función que cumplían los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Otra señal del fuerte respaldo político a Dujovne se dio anoche, cuando el ministro acompañó a Macri en la cena de la reunión de cancilleres del G-20 (ver página 10).
La recomposición de poder dentro del gabinete es un nuevo efecto de la crisis cambiaria que atravesó el Gobierno la última semana. El jefe del Estado reconoció el último miércoles en la conferencia de prensa que dio en la quinta presidencial de Olivos que hubo “problemas de coordinación entre el gabinete económico y el Banco Central”. La caída en desgracia de Quintana y Lopetegui es una consecuencia directa.
Peña, según varias fuentes cercanas al Presidente, se mantuvo indemne ante los cambios. “Sigue arriba de todo, es la cabeza”, aseguraron fuentes oficiales. Con Peña al frente, el nuevo reparto de poder dejó a Dujovne con el control económico y a Frigerio y Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados -los dos volvieron a la mesa chica la última semana-, con una determinante participación en la relación con la política; es decir, gobernadores y la oposición en el Congreso.
Los segundos de Peña se quedaron sin control sobre los ministerios que mayor presupuesto administran, con excepción de Desarrollo Social, que lidera Carolina Stanley. Con esta decisión quedó en duda si Quintana y Lopetegui siguen siendo la “inteligencia y los ojos” del Presidente.
Macri terminó de tomar la decisión el viernes. Fue la resolución que adoptó después de consultar a los integrantes de la nueva mesa chica: Peña; la gobernadora María Eugenia Vidal; el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; Frigerio; Monzó, y su amigo el empresario Nicolás Caputo. Y el ministro coordinador fue el encargado de comunicarla al resto del equipo, un guiño de Macri para ratificarlo como el jugador más valioso de su equipo.
Peña también informó a Quintana y Lopetegui. “Están bien”, respondieron fuentes de la Jefatura de Gabinete sobre el impacto de la noticia en los hombres que hasta hoy tenían el control absoluto de la gestión de la administración nacional. Eso sí: el tridente ya no está al mando de la botonera del Poder Ejecutivo.
La decisión de que Dujovne sea la cara más visible del programa económico de Macri -el ministro de Hacienda y Caputo serán los principales voceros del nuevo subgrupo del gabinete- se sumó a los cambios que implementó Macri la última semana, cuando ascendió a la mesa chica a Monzó y Frigerio. E incluyó al radical Ernesto Sanz y al “lilito” Fernando Sánchez en el grupo que coordina la gestión diaria del Gobierno.
“Hacía falta pegar un volantazo”, reconoció un asesor todo terreno.
Cerca de Peña, sin embargo, no quisieron hablar de cambios radicales, sino de una “reorganización”. ¿Es el último cambio?, preguntó la nacion ayer a varios integrantes del Ejecutivo. Mientras aún siguen en el Gobierno los coletazos de la crisis, nadie se animó a dar una respuesta.