De acuerdo a los registros de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac, ex-Renar), el organismo que registra las armas en todo el país, en la provincia de Santa Fe hay 100.313 usuarios registrados que declararon 164.559 armas. Las estimaciones a nivel nacional indican que por cada arma de fuego legal hay una ilegal, pero ese índice puede variar según las situaciones específicas en cada territorio. En el Gran Rosario, según afirmó el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro en una entrevista brindada a este diario el año pasado, el cálculo es que por cada registrada existen dos o tres clandestinas. Si esto se cumpliera en todo el territorio provincial, una estimación cauta arroja que hay unas 330 mil armas en Santa Fe, entre el número blanco y el negro. Sin embargo, las distintas fuentes consultadas admiten que el número se acerca al medio millón.
El dato no es menor en el contexto de violencia que está inmersa la ciudad de Rosario, que esta semana tuvo un rebrote de homicidios. La inmensa mayoría de esos hechos está protagonizada por armas que no fueron registradas y provienen del mercado ilegal, pero hay vecinos que ante el temor de convertirse en víctima de una de estas situaciones deciden armarse con todos los papeles en regla, a pesar de que el Estado desalienta estas conductas. No obstante, parecen ser los menos, porque las cifras oficiales indican que la cantidad de armas registradas en territorio santafesino ha variado de modo casi ínfimo respecto de 2017.
Ese control es de competencia federal y el certificado lo emite la Anmac. Según los datos que recaba el organismo, que no posee cifras diferenciadas por municipio sino totales provinciales, había a comienzos de este año en Santa Fe 100.313 usuarios registrados que declararon 164.559 armas. El número no varió demasiado respecto del año anterior: al 1 de enero de 2017 había 98.337 usuarios que poseían 159.586 armas registradas.
¿Qué más dicen los datos? La diferencia entre usuarios y armas significa evidentemente que hay personas que son propietarias de más de una, aunque muchas veces los que tramitan el certificado de legítimo usuario no necesariamente tienen armas, ya que es requisito por ejemplo para poseer un auto blindado o un chaleco antibalas.
Otra cifra a destacar es que el 98 por ciento de la nómina son hombres, con solo 2 por ciento de mujeres en la lista.
Tenencia y portación
La Anmac emite dos tipos de autorizaciones para civiles: tenencia y portación. Los del primer grupo pueden tener el arma en su casa e ir al polígono de tiro con ella, por ejemplo, pero deben transportarla descargada, con los cargadores vacíos y la munición en su caja, acompañado de la documentación pertinente. El 99,9 por ciento de los que tienen armas son legítimos usuarios para tenencia, y la acreditación dura cinco años.
En el caso de la portación civil, que es muy poco frecuente, tiene condiciones muy restrictivas en el examen de aptitud y luego un comité evalúa caso por caso con entrevista personal a quien la requiere. El examen psicológico también es más estricto, teniendo en cuenta que se trata de un individuo que puede llevar un arma en la cintura en condiciones de disparar en cualquier momento. Este permiso debe renovarse todos los años.
Más control
Recientemente se modificó el formato en el cual se tienen que presentar los certificados. Antes bastaba con que el interesado presentara una constancia médica de aptitud física firmada por un clínico y otra rubricada por un psiquiatra o psicólogo que asegure que la persona tiene las facultades mentales necesarias para manipular el arma.
En aras de estandarizar los procedimientos y uniformar un registro detallado de las condiciones de los usuarios, en agosto de 2017 comenzó a implementarse otro modo de evaluación, idéntico para los aspirantes de todo el país. El nuevo examen psicofísico, que se realiza solo en lugares autorizados por el organismo (se define por licitación), consiste en una audiometría, una prueba de agudeza visual y una consulta clínica. Luego la persona es entrevistada por un psiquiatra, que realiza según la clase de categoría requerida entre cinco y siete tests con un protocolo determinado. Quienes no pasen las pruebas quedan registrados en un listado de no aptos, y durante 180 días no lo pueden repetir. Al psicofísico en Rosario lo maneja una sola empresa y tiene un solo establecimiento, Psicored de Rioja y Balcarce. Puede obtenerse por un valor de 3.500 pesos.
Para obtener la autorización de la Anmac, además de este examen psicofísico se requiere el aval de un instructor de tiro que certifique la idoneidad en el manejo de armas de fuego (teórica y práctica); ser mayor de 21 años; no tener antecedentes penales; y por último acreditar un medio lícito de vida. Esto permite contar con el carné de legítimo usuario, que es el equivalente al registro de conducir para vehículos. Luego hay que registrar cada arma que se posee por separado, como si fuera la cédula azul de un automóvil.
Si bien es cierto que hoy el Estado tiene mayor control con todos estos cambios que se introdujeron (algo importante en el tema armas), lo cierto es que los costos se dispararon y los usuarios se quejan porque aducen que, al no poder hacer frente a ese gasto, son empujados a la ilegalidad.