La “abuela peregrina”, una italiana de 94 años que en 2015 caminó 1.000 kilómetros desde Tucumán a Luján, cubrió ahora 910 kilómetros entre Monterrey y Ciudad de México para visitar la Basílica de Guadalupe, el principal santuario mariano de América Latina, al que llegó al cabo de 40 días de marcha a pie.
Emma Morosini, oriunda de la ciudad lombarda de Castiglione delle Stiviere y autora de libros como “L’amore si fa strada” (El amor se hace calle) y “Pellegrina d’eccezione 1300 km a piedi” (Peregrina excepcional, 1.300 kilómetros a pie), ya había hecho el mismo trayecto de tierras mexicanas en 1996 y en 2010, pero en mejores condiciones físicas.
Apoyada en un bastón y tirando un pequeño carrito donde lleva una Biblia, rosarios, su valija y una sombrilla, la abuela italiana fue saludada por la gente al arribar a la Basílica, informó un cable de la agencia Ansa.
Decenas de personas que la observaron en el último trayecto hacia el templo ubicado sobre la Calzada de los Misterios, al norte de la capital azteca, la animaban con aplausos y gritos.
Ella respondió con una sonrisa y lágrimas en los ojos, mientras un hombre se le aproximó para regalarle una imagen de la Virgen de Guadalupe tallada en madera.
Morosini recorrió Argentina, Brasil, Paraguay, Portugal, Francia, Italia y España para visitar emblemáticos recintos religiosos a fin de pedir por la paz en el mundo.
La mujer cumplió una nueva hazaña al arribar a la sede espiritual más importante del catolicismo mexicano, donde lo primero que hizo fue arrodillarse y rezar ante la imagen dela Virgen de Guadalupe, a quien le dijo cuatro veces “gracias”.