Uno de los espectáculos más aburridos de la Copa del Mundo tuvo lugar en el estadio Luzhnikí de Moscú. Francia y Dinamarca no se sacaron ventaja, igualaron 0 a 0 y pasaron a la próxima ronda.
Didier Deschamps cuidó a algunos de sus titulares pensando en la próxima instancia y les dio minutos a nombres como Steve Mandanda, Djibril Sidibé, Presnel Kimpembe, Steven N’Zonzi y Thomas Lemar.
Ya clasificados, a los galos les bastaba un punto más para asegurarse el primer puesto de la zona para disputar los octavos de final el próximo sábado frente a Nigeria, Argentina o Islandia (de darse la lógica). Los dinamarqueses necesitaban una unidad para sellar la clasificación a una instancia en la que muy posiblemente se enfrenten con Croacia.
El resultado les cerró a ambos y en el complemento pareció haber un acuerdo tácito de no agresión: el cero fue gigante, ambos continúan invictos y están entre los mejores 16 del planeta.
Sobre el final, hubo una silbatina generalizada que bajó de todas las tribunas del estadio Luzhnikí en Moscú. La poca iniciativa ofensiva de ambos conjuntos enervó al aficionado neutral.
Lo cierto es que Francia y Dinamarca se metieron en la próxima fase de la Copa del Mundo y Perú y Australia, que se midieron en Sochi, quedaron en el camino.