“Es un hecho único, no va a volver a ocurrir”, dijo Monzó luego de que la oposición celebrase las palabras del diputado de Cambiemos.
Fernando Iglesias -diputado de Cambiemos por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- suele ser el protagonista de duros cruces en el recinto de Diputados. Tras su discurso sobre el proyecto de despenalización del aborto se produjo un momento “único”, como definió el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó. Algunos diputados de la banca kirchnerista aplaudieron sus palabras. Con una sonrisa en el rostro, el hombre que podría definir el resultado, dijo: “Es un hecho único, no va a volver a ocurrir”.
Iglesias comenzó su discurso a favor de la despenalización con una premisa que, tal como opinó, es un punto de unión entre los disertantes. “Empecemos por donde estamos de acuerdo: el aborto es una tragedia”, señaló y se remitió a un estudio que explica que “en los países avanzados en donde, en casi todos, el aborto es legal, la tasa de aborto cayó”. Y agregó: “La segunda tasa más alta en el mundo es la de América del Sur donde el aborto está, en casi todos lados, prohibido”.
Por eso, sostuvo: “si estamos en contra del aborto, tenemos que despenalizarlo”. Para él, hay una afirmación que obstaculiza la aprobación de la ley: “Que un embrión es lo mismo que un bebe y un aborto, por lo tanto, es un asesinato”. Ante esa cuestión, Iglesias dijo: “Yo creo en eso y la mitad de la Argentina no cree eso. Le pregunto a los que van a votar ‘no’, ¿ustedes creen eso? ¿sus prácticas y conductas de todos los días reflejan ese pensamiento? ¿ustedes que son funcionarios públicos denunciarían a una mujer si se enteran que abortó? ¿pedirían para ella cadena perpetua que es lo que corresponde para un asesinato agravado por el vínculo? ¿ustedes proponen que una mujer violada sea obligada a parir con tal de no configurar un asesinato? Yo quiero creer que no”.
En esta línea aclaró que el desea que los diputados “voten de acuerdo a las convicciones que demuestran en la práctica de todos los días y a lo que hacen cuando deciden si denunciar o no denunciar y dónde hacer turismo”. Según Iglesias, quienes rechazarían el proyecto viajan a París o Nueva York donde, tal como señaló, se realizan más de 600 o 2500 abortos diarios respectivamente pero no viajarían a lugares como Siria o Venezuela.
“La misma ley argentina dice que un aborto no es un asesinato y que un embrión no es un bebe”, explicó. “No me vengan con la ciencia porque nos puede decir muchas cosas pero no algo que es una decisión moral, antropológica, filosófica y política”. Para él, no es correcto que “una parte imponga su criterio a la otra”.
Y terminó su discurso al dirigirse a sus pares en el bloque de Cambiemos: “Somos Cambiemos. Vinimos a cambiar, no a consagrar el status quo hecho de abusos, de discriminación sexista, social y de desigualdad”. Al decir eso, los invitó a que piensen un país al que quisieran que la Argentina se parezca al terminar el mandato del partido y desplegó un mapa mundi. “Si ese país que eligieron está en verde, Norteamérica, Europa, casi toda Asia, Australia, en donde el aborto, con diferencias y muy pocas excepciones, es legal o si queremos que se parezca a las partes rojas del mapamundi, a Latinoamérica y Africa donde está prohibido. Son los únicos continentes, donde es casi unánime la prohibición del aborto, y donde la desigualdad y la violencia son mayores. Por eso, les digo, pensemos un país y hacia dónde queremos que vaya el país que nos está mirando. Cambiemos”.