El gato ruso dejará su antiguo trabajo de cazador de ratas para convertirse en el heredero del Pulpo Paul.
“Fuimos por Aquiles porque es hermoso, pero también porque, como todos los gatos blancos con ojos azules, es sordo, por lo que tiene una gran dosis de intuición, ve con el corazón”, dice Anna Kasatkina, una veterinaria que supervisa a los gatos guardianes del museo Hermitage de San Petersburgo.