La plaza San Martín suele ser, sobre la tardecita, escenario de dos reuniones sociales: la de los perros y la de sus dueños. Sin embargo, esa buena convivencia se vio alterada este miércoles, cuando un pitbull atacó con fiereza y le provocó una importante herida a una perrita de pequeño porte.
Guillermo, un vecino que vive a metros de la plaza, contó que él fue como todos los días con sus dos perritos, un macho y una hembra.
Que cuando llegó a la plaza los soltó y que en un momento escuchó gritar a la perrita. Entonces, vio como un pitbull, que también estaba suelto, se le había prendido al cuello.
Desesperado, se tiró arriba de la perra para evitar que pudiera tomarla mejor, poniéndose él mismo en riesgo.
Alguien más se metió a ayudarlo –no el dueño del pitbull– y se pudo controlar la situación.
Según el relato de Guillermo, el dueño del pitbull enseguida se subió a una chata con el animal y se fue, mientras que él corrió rápidamente a la veterinaria, pues su perra tenía una importante herida, de unos 30 centímetros.