A partir de dicho momento, el nombre de “Monsanto” dejará de usarse y los productos serán parte de la cartera de Bayer.
Bayer prevé concluir la adquisición de Monsanto el 7 de junio tras recibir todas las autorizaciones necesarias de los organismos reguladores. “La adquisición de Monsanto supone un hito estratégico para reforzar nuestra cartera de negocios líderes en salud y nutrición. Duplicaremos el tamaño de nuestro negocio agrícola y crearemos un líder de innovación en agricultura, posicionándonos para servir mejor a nuestros clientes y aprovechar el potencial de crecimiento a largo plazo en este sector”, aseguró Werner Baumann, presidente del Consejo de Dirección de Bayer AG.
Bayer anunció en mayo de 2016 su intención de adquirir Monsanto y firmó un acuerdo con la empresa estadounidense en septiembre de 2016 que fijaba un precio de 128 dólares por acción.
En la actualidad, teniendo en cuenta la deuda de Monsanto a 28 de febrero de 2018, esto supone un costo total de unos 63.000 millones de dólares. En el marco del exhaustivo proceso de autorización por los organismos reguladores, Bayer ha acordado la venta de una serie de negocios que generaron 2200 millones de euros en facturación en 2017, por un precio base de 7600 millones de euros en total.
Sumando el negocio de Monsanto y restando los negocios que se venderán, los negocios de salud y agricultura habrían sido aproximadamente iguales en tamaño en 2017, con una facturación pro forma total de unos 45.000 millones de euros, de los que unos 20.000 millones corresponderían al negocio agrícola combinado. En 2017, las dos empresas juntas contaban con unos 115.000 empleados, sin tener en cuenta el personal de los negocios que se venderán.
Se espera que la adquisición genere un valor considerable. Bayer prevé que a partir de 2019 se registre una contribución positiva al beneficio por acción de las actividades continuadas. A partir de 2021 se espera que dicha contribución alcance un porcentaje de dos dígitos.
Para la adquisición de Monsanto, Bayer obtuvo un crédito puente inicial de 57.000 millones de dólares. Tal como se anunció en septiembre de 2016, dicho crédito se refinanciará mediante una combinación de operaciones de capital propio y deuda, algunas de las cuales ya se han completado. La última medida de capital propio será una emisión de derechos, que se comunicó ayer.
El 7 de junio, Bayer pasará a ser el accionista único de Monsanto. Según la autorización condicionada concedida por el Ministerio de Justicia estadounidense, la integración de Monsanto en Bayer podrá producirse en cuanto se haya completado la venta de activos a BASF que -según se prevé- sucederá en el plazo de unos dos meses.
El nombre de la empresa seguirá siendo Bayer. El nombre Monsanto dejará de utilizarse. Los productos adquiridos mantendrán sus marcas y pasarán a formar parte de la cartera de Bayer.
Fuente: Agritotal.