Este miércoles, desde las 22 (televisa ESPN), Cleveland tendrá la chance de frenar la furia de Stephen Curry Klay Thompson y Kevin Durant , aunque eso suponga una misión casi imposible porque dominan la historia por 2-0.
Golden State-Cleveland: los Warriors ganaron con un Stephen Curry brillante y se adelantan 2-0 en la final de la NBA
Cuando no se apagó el fuego de la primera final, el segundo choque entre Golden State vs… LeBron James
Sólo la condición de superhéroe que tiene LeBron James puede suponer un equilibrio en esta lucha de poderes. Quizá los 80 puntos que marcó entre los dos primeros partidos terminen por darle algún respiro al 23 de los Cavaliers. Por ahora dos funciones dignas de Superman (29 puntos, 13 asistencias, 9 rebotes en el segundo partido y 51 puntos, 8 asistencias, 8 rebotes en el arranque de la final) no le alcanzaron. Necesita de compañeros que lo respalden para semejante empresa, porque ni Kevin Love, ni Smith, Tristan Thompson y George Hill, estuvieron a la altura de la cita.
Ahora bien, cuando del otro lado se advierte que aparecen Curry y Klay Thompson, los Splash Brothers, como se los conocen en el universo de la NBA, se entiende de la enorme tarea que tendrán los Cavaliers por delante. Para comprender mejor, Curry y Thompson llevan convertidos 148 triples entre las tres últimas finales que disputaron y los dos juegos de esta definición de 2018. En las finales jugadas en la década del 80 (con un total de 58 partidos) en la era que eran los reyes Magic Johnson y Larry Bird, se convirtieron 146 lanzamientos de tres puntos.
Si bien las estadísticas no son de lo más alentadoras, Lebron y los Cavaliers saben de qué se trata volver de un 2-0. La historia de la NBA tiene en sus registros que de 33 series que arrancaron con dos juegos de ventaja para un equipo, en 29 oportunidades salió campeón la franquicia que comenzó con esa diferencia. Ahora bien, dentro de esas cuatro finales que terminaron con remontadas heroicas aparece la 2016 cuando Cleveland le arrebató el anillo justamente a los Warriors (estuvo 2-0 abajo y 3-1). Este es el tercer año consecutivo que Golden State domina la final con dos victorias en el inicio de la final. Las otras definiciones que se dieron vuelta se remontan a 1969, cuando los Celtics superaron 4-3 a los Lakers, en 1977 Portland Trail Blazers le dio un buen golpe a Philadephia y en 2006 Dallas Mavericks vio cómo se le escapaba de las manos la ventaja 2-0 ante Miami Heat de Dwayne Wade y Shaquille O’Neal.
Los números dominan la escena y todos elevan la condición de los Warriors como una potencia de talento difícil de controlar. Es que se impusieron en 9 de sus últimos 10 duelos ante Cavaliers, contando la temporada regular y teniendo en cuenta que se quedaron con los últimos cinco partidos que se enfrentaron a Lebron y compañía. Incluso, han ganado al menos un juego como visitantes en cada una de sus últimas 18 series de postemporada.
Golden State impresiona, pero su entrenador Steve Kerr , es un cultor de la mesura: “No pensamos en las estadísticas en este tipo de momentos. Sólo sabemos que en las últimas tres temporadas, el tercer partido de las finales ante Cleveland siempre fue el más complejo para nosotros”.
Sin visitas a la Casa Blanca, todos detrás de la misma línea
Desde hace un tiempo que los jugadores de la NBA se manifiestan sin restricciones respecto al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. En la antesala del tercer partido de la final de 2018, tanto LeBron James como Stephen Curry volvieron a pronunciarse al respecto y coincidieron que independientemente de quién sea el campeón este año, ni los Warriors ni los Cavaliers van a ir a celebrar a la Casa Blanca la conquista del anillo.
Cuando le preguntaron a LeBron James si le había sorprendido que Trump no invitara a los Philadelphia Eagles, campeones del SuperBowl, a la Casa Blanca después de que 10 jugadores del equipo confirmaran que no iban a ir a Washington, el jugador de los Cavaliers dijo: “No me extraña. Es típico de Trump”. Y agregó: “En el caso de la NBA sé que no importa quién gane la final. Nadie quiere una invitación. Ni Cleveland ni Golden State van a ir a la Casa Blanca”.
Las palabras de James fueron respaldadas por Curry que ya en la final del año último se negó a ir a la Casa Blanca y por eso Trump revocó la invitación a los Warriors: “Estoy convencido de la forma en la que manejamos la situación la temporada pasada y nos mantendremos en ella”.
La tercera función está por ponerse en marcha y The King va por los Splash Brothers. Una batalla más, como para no perdérsela.