Las imágenes de niños metidos en grandes jaulas como una grabación de audio de niños de entre cuatro y diez llorando desconsoladamente separados de sus padres causaron gran impacto en todo el mundo.
La revista Time mostró en las últimas horas la portada de su edición de julio, dedicada a la polémica postura migratoria de Donald Trump, cuya administración ha estado separando a los niños de sus padres, entre quienes son detenidos al cruzar ilegalmente la frontera que divide a Estados Unidos con México.
La imagen de la niña de dos años recortada en la tapa junto al presidente estadounidense, acompañada por la leyenda “Welcome to America” (Bienvenida a América), fue tomada por John Moore, fotógrafo de la agencia Getty, cerca de McAllen, Texas, donde fue separada de sus padres en mitad de la noche, para ser trasladada a una barraca con aspecto carcelario.
Más de 2.300 niños -según cifras oficiales- han sido separados de sus padres desde el 19 de abril, en el marco de lo que la Administración Trump califica de “política de tolerancia cero” y que utiliza como medida para desincentivar la llegada de inmigración ilegal al país.
Las imágenes de niños metidos en grandes jaulas en instalaciones, así como una grabación de audio publicada por ProPública en la que se escucha llorar desconsoladamente a niños de entre cuatro y diez años separados de sus padres, causaron gran impacto en todo el mundo.
En varias ciudades de Estados Unidos se dieron marchas contra la medida. Y el presidente se vio acorralado donde más le duele: en las redes sociales. A Donald Trump no le cuesta ser “el lamo de la película”, pero esto iba un paso más allá.
Quien lo hizo recapacitar, según los diarios estadounidenses, que fue la primera dama, Melania Trump,. Y Trump dio marcha atrás en la política de separación de familias de migrantes ilegales en la frontera sur del país.
El lunes Melania ya se había manifestado en contra de esta política. “La señora Trump odia ver a los niños separados de sus familias (…)”, señaló un comunicado de prensa de su oficina de la Casa Blanca.
“A mi esposa le importa mucho. A mí me importa mucho. Pienso que cualquier persona con corazón puede comprenderlo”, dijo Trump el miércoles en la Casa Blanca tras firmar el decreto para poner fin a separación de familias migrantes.
“Vamos a firmar una orden ejecutiva en un ratito. Tenemos que mantener a las familias juntas”, manifestó en la Casa Blanca en el marco de una reunión con legisladores republicanos. No obstante, esto no cambia nada en la implacabilidad de su política. La novedad más importante es que los hijos de los inmigrantes ilegales serán encarcelados junto con sus padres.