El jefe de Gabinete, Marcos Peña, reconoció que el parate de la economía será previo a “volver a crecer el año que viene”; la Casa Rosada apuesta a apoyar a las pymes e incentivar la construcción para revertir la tendencia.
El día después del masivo paro general encabezado por la CGT , el Gobierno reiteró que no habrá convocatoria a la cúpula cegetista y sí debates “sector por sector” en la discusión paritaria. La preocupación, hoy por hoy, pasa por la economía, aunque el mismo jefe de gabinete Marcos Peña , reconoce que habrá “algunos meses más recesivos” antes de volver a crecer.
“Es probable, ya lo han dicho nuestros propios responsables de la economía, que producto de los shocks externos que hemos tenido y la crisis cambiaria, eso va a tener un efecto de algunos meses más recesivos, pero creemos que de todas formas este año va a terminar en crecimiento. Y el año que viene vamos a retomar en crecimiento”, dijo el jefe de gabinete, luego de la reunión semanal del gabinete encabezada por el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada.
La previsión de la Casa Rosada y el Ministerio de Hacienda pasa por reconocer -y atravesar- un pozo en la economía que aún no se asentó del todo, pero que tendrá efectos en el corto plazo. “Lo más probable es que terminemos creciendo medio punto en el balance general del año”, agregaron cerca del jefe de Gabinete, poco antes de que el partido de la selección argentina desviara la atención de los funcionarios.
Los datos que provienen del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, hablan de una caída en abril de la actividad económica de casi un 1%, “pero si desagregamos el agro que tuvo la sequía estaríamos 3,3 por ciento arriba”, afirman cerca del ministro. Y coinciden en la visión de Peña: habrá un “mal trago pasajero” que terminará a fines de año.
En el Gobierno dan por descontado que la recesión, “que aún no llegó”, vendrá acompañada de conflictos laborales: uno de los que se preveía es el que explotó ayer con los despidos en la agencia Télam, y otro se relaciona con más recorte en yacimientos como el de río Turbio.
La apuesta es, más allá del previsible bajón, apostar a sectores que generan mano de obra y crecimiento como las pymes y la construcción. “Lo que le cambia la vida a la gente son las obras”, dijo Macri durante la reunión de gabinete, según pudo saber este diario.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, se sumó a la ola de optimismo en el mediano plazo, y aunque reconoció que “algunos indicadores estarán en rojo”, prometió que en la construcción “se generarán más empleos” y que en el rubro del transporte al menos se mantendrán los índices actuales de ocupación. Más allá de Peña, el término “recesión” es evitado por el resto del gabinete. El flamante ministro de Producción, Dante Sica, habla de “meses difíciles” sin entrar en “terminologías más técnicas”, según cuentan a su lado.
Macri habló también ante los ministros de sostener “el plan de crecimiento y desarrollo para eliminar la pobreza”, y criticó al “populismo que usa a los pobres, con una economía artificial cerrada y aislada al mundo”. Incluso se permitió, en una jornada muy futbolera, hacer una comparación con el gobierno anterior y enfatizar una vez más su apuesta al cambio cultural. “Antes había Hinchadas Unidas, hoy hay deportación de hinchas que hacen las cosas mal”, dijo el Presidente según dos testigos, en claro elogio a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, encargada del castigo a los argentinos con mal comportamiento en Moscú.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca -que también expuso ante sus pares la situación generada durante y después del paro-, había vinculado anteayer la medida de fuerza con quienes “quieren volver al pasado”.
Diálogo acotado
En su diálogo con la prensa, Peña reiteró la postura que el Gobierno venía sosteniendo antes y durante el paro: no habrá llamado a la CGT para un diálogo a solas, más allá de la continuidad de las periódicas reuniones de los integrantes del triunvirato cegetista con Triaca.
“Hace dos años y medio que estamos con esta discusión, si es general o particular. Vamos a seguir trabajando sector por sector, también dialogando con la CGT a través del Ministerio de Trabajo, como lo hacíamos hasta la semana pasada. No nos cambia en nada una medida de fuerza, ni una crítica, a la convicción de que tenemos que resolver esto todos juntos sentados en una mesa, empresarios, sindicatos, trabajando por una agenda de desarrollo”, dijo Marcos Peña, que dejó una crítica al llamado a “hacer caer” al Gobierno lanzado por el gremialista ferroviario Rubén Sobrero. “Son sectores autoritarios, que desprecian la democracia, pero por suerte son minoritarios”, dijo el jefe de Gabinete, y pidió que esas “actitudes mafiosas” sean “repudiadas” por la clase política.
En lo referido al empleo, afirman desde el ala económica del Gobierno, la combinación del temblor cambiario y la sequía “no se siente”, aunque sí habrá un especial cuidado en el traslado a precios de la devaluación, mientras se cuida el nivel de actividad y poder adquisitivo del salario. “Es un delicado equilibrio, estamos en esa pelea”, afirmaron desde un despacho importante.