La Secretaría de Desarrollo Urbano, junto a estudiantes de Arquitectura de la Universidad Católica de Santa Fe, darán inicio esta semana a la toma de datos. El primer sector está delimitado por las calles Av. Aristóbulo del Valle-Falucho, Suipacha-Ayacucho, Pellegrini-Alem y Tucumán- Constitución. Para cubrir estas 90 manzanas se tardarían unas dos semanas.
Esta semana, la Secretaría de Desarrollo Urbano del municipio comenzará a realizar un relevamiento de las veredas de la ciudad con estudiantes de arquitectura de la Universidad Católica de Santa Fe.
El relevamiento se extenderá por dos semanas con el objetivo de establecer un diagnóstico del estado de las veredas de Rafaela.
“Solicitamos la colaboración y acompañamiento de los vecinos para que el trabajo se lleve adelante sin inconvenientes y sin ningún tipo de problemas”, expresó Bárbara Chivallero, integrante de la Secretaría de Desarrollo Urbano.
Chivallero comentó que “largamos con el relevamiento porque para iniciar cualquier tipo de acción necesitamos tener un diagnóstico del estado de las veredas”, en clara referencia al cumplimiento de la ordenanza aprobada el año pasado por el Concejo Municipal. Y agregó: “la provincia le dio a Rosario fondos para arreglarlas. Probablemente podríamos ir por ahí” (ver aparte).
En cuanto a los detalles de lo que será el trabajo, Chivallero comentó se arrancará por el sector delimitado por las calles Av. Aristóbulo del Valle-Falucho, Suipacha-Ayacucho, Pellegrini-Alem y Tucumán- Constitución. Este área, comprende aproximadamente unas 90 manzanas y se terminará de tomar los datos en aproximadamente dos semanas. “Analizamos los resultados y vemos como seguimos. La idea es hacerlo en toda la ciudad”, cerró Chivallero.
QUÉ DICE LA ORDENANZA
La ordenanza Nº 4.896 fue votada el día de la primavera del año pasado y crea el “Plan Municipal de Mejoramiento y Construcción de Veredas de la ciudad de Rafaela” para facilitar el traslado de los peatones y personas con movilidad reducida.
Lo que hará la Municipalidad a partir de esta semana es cumplir con el artículo 2°, que intima a realizar “un relevamiento del estado de las veredas, estableciendo a partir del mismo, las zonas prioritarias en función del estado de las mismas y el volumen de circulación de peatones, incluyendo tanto la zona del centro como las aceras de los 39 barrios de la ciudad”.
También establece la ordenanza que se deben generar “mecanismos de participación para asegurar el consenso tanto de los ciudadanos, como sectores públicos, privados y contribuyentes que específicamente pudieran verse afectados de manera directa o indirecta. En tal sentido el DEM deberá promover la coordinación de las tareas de reacondicionamiento, refacción y construcción de veredas con los frentistas en las diferentes zonas, a los fines de establecer las pautas y plazos acordes a las necesidades, días y horarios de trabajo”.
Finalmente, propone elaborar “un Programa de Acondicionamiento y Construcción de veredas que se llevará a cabo a través del mecanismo que establezca el DEM y secretarías correspondientes, de acuerdo a las normativas vigentes, y con relación a las necesidades de las personas con discapacidad o movilidad reducida”.
Vale destacar que el Concejo deberá recibir un “informe periódico” de los avances y se proponía que Rafaela Evalúa, junto a otras instituciones, pudieran participar del Programa.
En los fundamentos, la norma indica que “a través del presente proyecto, se propone la ejecución de un plan de mejoramiento y conservación, como también construcción, de las veredas de todos los barrios de la ciudad, impulsado por el municipio, aunque contemplando el establecimiento de mecanismos de participación que involucren a los vecinos y sectores tanto públicos como privados”.
“En Rafaela pueden observarse veredas en muy mal estado, con un avanzado grado de deterioro, sin baldosas y que incluso acumulan importante cantidad de residuos, debido al abandono y falta de controles”, se señala y se agrega que “el mal estado de las veredas incluso propicia una situación de inseguridad para los peatones, donde las mismas han provocado accidentes, por ejemplo, en adultos mayores, y la ausencia de accesibilidad para las personas con movilidad reducida”.
Fuente: La Opinión