En un operativo secreto y en operación conjunta realizada con la Administración Nacional de Materiales Controlados, se ordenó la destrucción de más de 6 mil armas de fuego que se encontraban decomisadas en diferentes depósitos judiciales.
Las pistolas, revólveres y escopetas que fueron convertidas en acero fundido. El Ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro sigue adelante con la imperiosa necesidad de sacar el armamento de circulación y reducir los frecuentes enfrentamientos armados entre bandas en Rosario o la utilización de armamento ilegal para el delito en cualquier otra parte de la provincia.