El tatuaje le llevó al artista 90 horas de trabajo, divididas en 32 sesiones durante todo un año
José Maurício dos Anjos, un joven de 33 años de Río de Janeiro, llegó a los titulares en su país por ostentar una versión de tamaño natural de la camiseta de su equipo de fútbol favorito tatuada en la parte superior del cuerpo.