El injerto llegó a desarrollar el sistema nervioso y óseo. Se trata de la primera vez que científicos logran esto
Hoy, más que nunca, la ciencia todo lo puede. O casi. Un grupo de científicos la Universidad Rockefeller en Nueva York por primera vez en la historia lograron cruzar células humanas artificiales con embriones de un pollo. Lo increíble es que de eso se desarrolló un segundo centro nervioso y estructura espinal.
Ali Brivanlou, el científico a cargo del proyecto, aseguró que “para mi asombro, el injerto no sólo sobrevivió, sino que dio lugar a estas estructuras bellamente organizadas”. “Una vez que se trasplante el ‘organizador’ humano en un embrión de pollo, el lenguaje que utiliza para instruir a las células de aves para desarrollar el cerebro y el sistema nervioso es exactamente el mismo que usan los anfibios y los peces”, explicó el científico.
Aunque no vivió lo suficiente para desarrollar otros sistemas además del nervioso y óseo, el logro es tal que se lo considera el primero en la historia en lograr este tipo de progreso. Sin embargo, pese a que el estudio fue aclamado como un paso en el avance de la medicina regenerativa, varios actores de la comunidad criticaron a los investigadores al considerar que se trata de un experimento “poco ético”.
“¿Ético? No lo creo. Tenemos que dejar de jugar con la naturaleza. Es algo que roza lo enfermizo”, denunciaron. Ante ello, la respuesta de los investigadores no tardó en llegar: seguirán con el proyecto y apuntan a ir más allá.
¿Se viene la cruza humano – pollo?