Otro intento por flexibilizar la influencia de la iglesia católica.
Durante ocho décadas, los blasfemos de Irlanda se han expuesto a la furia de la iglesia católica, y del mismo gobierno.
“La publicación o pronunciación de material blasfemo, sedicioso o indecente es una ofensa que será castigada de acuerdo a la ley”, reza el Artículo 40 de la Constitución irlandesa.
Pero el gobierno quizás pronto abandone el negocio de imposición religiosa. En octubre, los ciudadanos irlandeses votarán en un referendo sobre si la cláusula sobre la blasfemia (que conlleva una multa máxima de unos 30.000 dólares) debiera ser eliminada de la Constitución.
Los funcionarios también se están inclinando hacia dar a los electores una oportunidad de deshacerse de otro artefacto de la antigua Irlanda: una estipulación de la Constitución de 1937 que sugiere que el lugar de una mujer es en el hogar.
Como cuestión práctica, ninguna de las dos cláusulas juega un gran papel en la Irlanda moderna, un país que guarda poco parecido con el baluarte socialmente conservador que alguna vez estuvo bajo el control de la Iglesia Católica.
Aún así, el actor inglés Stephen Fry fue reportado el año pasado a la policía irlandesa por blasfemia después de que hiciera comentarios despectivos respecto a Dios en una entrevista en un programa de televisión con tema religioso.
,Paulo Nunes dos Santos for The New York Times.An atheism advocate said Ireland’s blasphemy clause has been used by Islamic states seeking to justify their laws.
Un defensor del ateísmo dijo que la cláusula de blasfemia de Irlanda ha sido utilizada por los estados islámicos que tratan de justificar sus leyes. (,Paulo Nunes dos Santos para The New York Times.)
Si alguna vez viera a Dios, dijo Fry, le preguntaría: “¿Cómo te atreves a crear un mundo en donde hay tanta desgracia que no es nuestra culpa? No está bien. Es totalmente malévolo”.
Los fiscales decidieron no seguir adelante con el caso y los funcionarios han dicho que la ley carece de significado.
Michael Nugent, vocero de Ateísmo Irlanda, dijo que daba la bienvenida al voto, al decir que aún si no se procesaba a nadie, la ley causaba verdadero daño a la libertad de expresión en Irlanda y a la reputación del país en el extranjero.
Nugent dijo estar consciente de casos en que las organizaciones noticiosas se “autocensuraban”.
E internacionalmente, dijo, la redacción de la ley irlandesa había sido adoptada por los Estados islámicos buscando justificar sus propias leyes anti blasfemia.
En cuanto a la cláusula sobre las mujeres en el hogar, Ailbhe Smyth, activista feminista, dijo que la cláusula era un arcaísmo.
“Nunca hizo ningún bien a las mujeres”, dijo. “Nunca fue utilizada por algún gobierno para asegurar que las mujeres, o cualquier otra persona que se quedara en casa, recibiera apoyo extra o reconocimiento. Es redundante y obsoleto, y necesita ser colocada con todos los otros arcaísmos de los que Irlanda ahora se está deshaciendo”.
En años recientes, los ciudadanos irlandeses han votado por permitir el divorcio y el matrimonio entre personas del mismo sexo y, el mes pasado, eliminaron la prohibición al aborto.
Pero a diferencia de los votos en materia de divorcio, matrimonio del mismo sexo y aborto, la acción por discriminalizar la blasfemia se ha topado con poca oposición de la iglesia católica irlandesa o de la mayoría de las denominaciones religiosas.
“Cosas como aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo y blasfemia son vistas como asuntos religiosos, asuntos sectarios, y ahora hay existe la voluntad de eliminarlas de la Constitución”.
“Tiene que ver con cómo hacemos declaraciones sobre nosotros mismos y expresamos nuestra identidad cambiante”, dijo Eoin Daly, catedrático en ley constitucional en la Universidad Nacional de Irlanda, en Galloway.