La pareja de Daniel “Tavi” Celis le contó a la Justicia que presenció reuniones del capo con Sergio Varisco. Y relató que una vez llevó 6 kilos de cocaína al Municipio.
“Daniel me dijo que se los llevara a la Municipalidad y ahí yo fui con la mochila”, comenzó la ex pareja de un jefe narco el relato sobre cómo llevó 6 kilos de cocaína a la sede de gobierno de Paraná. Su declaración ante la Justicia federal, sorpresiva, dejó mucho más complicado al intendente de la capital entrerriana.
Daniel es Daniel “Tavi” Celis, el líder de una banda que comercializaba droga en Paraná y alrededores, preso desde hace casi dos años. La que habla es Luciana Lemos, la encargada de manejarle el negocio ilegal fuera de la cárcel, quien hoy está con prisión domiciliaria en una causa que sacude a la política entrerriana y que tiene procesado al intendente Sergio Varisco (Cambiemos).
“Fui directo a la oficina de (Griselda) Bordeira -subsecretaria de Seguridad municipal- y ella me dijo qué hacía ahí y estaba enojada, yo tenía todo en la mochila”, continuó con su relato Lemos ante el juez federal de Paraná, Leandro Ríos. “Yo saqué las cosas de mi mochila y le dije que yo con eso a mi casa no me volvía. (…) Ella ya me había pagado personalmente en la Municipalidad $ 200.000 por adelantado. Por eso está así escrito en la página 12 (de un cuaderno con anotaciones encontrado en un allanamiento a su casa, el 3 de mayo)”.
Las palabras de la mujer deben ser tomadas en el contexto de la defensa que ensaya una persona presa por narco, pero de todos modos sirven para graficar la dimensión del escándalo: “Ese dinero estaba en mi mochila en mi casa. Eran 6 kilos de cocaína lo que iba ese día en la mochila y se lo dejé a Bordeira en la oficina y me fui”.
Fue la propia mujer la que pidió ampliar su declaración indagatoria ante el juez Ríos. Primero habló el viernes. Y este miércoles, luego de los allanamientos en la oficina y la casa del concejal Emanuel Gainza (Cambiemos), fue citada de nuevo.
La versión de los hechos que aportó Lemos contradice a su ex pareja y complica aún más al intendente Varisco y a sus funcionarios Bordeira y al concejal Pablo Hernández. Los ubica en un rol fundamental para el funcionamiento del negocio de la droga.
De acuerdo a su relato, Lemos -que vivía en la casa de Celis- comenzó a reunirse a fines de año pasado por pedido de su pareja con miembros de una banda narco de nacionalidad peruana. “Traían todas las semanas 15 kilos y una vez bajaron 20 kilos de cocaína (…). Hasta llegó a venir el jefe de todos (…). El jefe vino el día que compré un auto para que este señor se maneje en Paraná”, agregó.
Sobre las anotaciones que aparecieron en un cuaderno e involucran directamente a Varisco, Bordeira, Hernández y Gainza (sus nombres aparecen junto a cantidades de droga que habrían adquirido), dijo que las hacía porque Celis le “decía que no anotara nada” pero que ella “anotaba igual” porque después le “hacía problema” y le “reclamaba”. “Una vez faltó plata y no querían reconocerle a Celis y él me reclamaba a mí la plata y entre los dos querían que yo la pagara”, afirmó la mujer.
Luego explicó por qué el intendente y sus funcionarios aparecen mencionados una vez sola y en todas las páginas previas hay nombres ficticios. “(Celis) me dio órdenes expresas para que no anotara los nombres. Por ejemplo ‘amigo X’ es Bordeira; ‘Nacho’ es Varisco; ‘Daniel’ es Hernández y ‘Chino’ es Gainza (…). Donde dice ‘Nacho’ es Varisco”, señaló.
Sobre el acuerdo político que habrían hecho el intendente y el narco para el financiamiento de su campaña electoral, la mujer dijo que “al principio Celis no quería hacerla porque en 2011 Varisco perdió, se borró y no le dio la plata a Daniel”. Por eso, agregó, para las elecciones de 2015 “Tavi” se negaba a recibir al actual intendente para “negociar”.
En su relato, brindó una imagen del político distinta a la que suele verse en público. “En la campaña de 2015 Varisco se pasaba horas y horas esperando en la puerta de la casa de Daniel Celis para que lo atendiera y Celis no quería saber nada hasta ahí. Hasta que un día habíamos salido a cenar con Daniel y al regresar recuerdo que eran las 11 de la noche y seguían en la puerta esperando Varisco y Pablo Hernández. Y ahí yo le dije que atendiera a esa gente”, afirmó.
“Ahí arreglaron para la campaña de 2015 (…). Daniel Celis le dio dinero a Varisco para que se compre zapatos y ropa para que haga la campaña junto a Celis bien vestido, porque todavía tenía los zapatos viejos”, recordó. Afirmó que al tiempo ella se separó de Celis hasta 2017.
“El arreglo era que Celis le hacía la campaña y Celis se quedaba en la Unidad (Municipal) 2 y tenía que darle las obras de asfalto”, dijo. Con el control de esa Unidad -una suerte de comuna- Celis logró nombrar a gente de su confianza en puestos clave. Así fue cómo llegó a repartir marihuana en camiones de recolección municipales, según la Justicia.
“Yo era empleada municipal desde octubre de 2016. Entré porque eran los contratos que le tenían que dar a Celis (…) porque puso mucha plata en la campaña y como Varisco no se la devolvía le dio contratos”, dijo.
Antes de ese arreglo, hubo situaciones que muestran cómo habría sido la relación entre el narco y el político. “Celis discutía siempre con Bordeira por temas de plata. Antes de que yo me vaya de la casa, recuerdo que un día estaba tomando mate con Celis y Hernández le manda un mensaje de texto a Celis diciéndole que Varisco decía que mandara toda su gente pero que él no se presentara, por las cámaras y fotos. Ahí Daniel explotó, estalló y dijo que lo iba a matar, que qué se creía”, afirmó.
Tras ese mensaje, agregó, esa noche Varisco fue a ver a Celis a su casa y hubo una tensa discusión. “Celis tenía una pistola en la mano, yo me puse mal y me desmayé, terminé internada 3 días y no lo mató a Varisco porque yo me desmayé y me tuvo que llevar a la clínica”, contó.
En su declaración, la ex pareja del narco también habló de reuniones en la Municipalidad para cobrar la deuda que Celis le reclamaba a Varisco. Según ella, la deuda era “aparte” de los negocios de la droga. “Fue el 25 o 26 de abril, fue después del 15 del mes de abril de este año. Daniel me mandaba derecho a Varisco a cobrarle la deuda de $2.000.000 que puso para la campaña. Él no puso la plata, bajaba la mercadería, la droga, para repartirla a la gente así votaban a Varisco”.
En cuanto a los seis kilos que habría llevado a la Municipalidad, aseguró que “uno era para (el concejal) Gainza, uno para Hernández, dos para Bordeira y dos para Varisco”. La sospecha es que esa droga se usaba para “repartir en los barrios”.
Fuente: Clarín