El impacto de la devaluación y la recesión se hace sentir en la industria automotor, con una combinación de aumentos de precios y menores ventas.
El impacto de la devaluación y la recesión se hace sentir en la industria automotor, con una combinación de aumentos de precios y menores ventas. En este marco, las terminales ponen en marcha ajustes en la producción, lo que despierta la inquietud laboral.
El secretario general de Smata Rosario, Marcelo Barros, señaló que General Motors dispuso un cronograma de suspensiones de “4 a 5 días por mes” en la planta de Alvear, durante el cual los trabajadores cobran el 80 por ciento de su sueldo. El gremialista denunció el aumento de las importaciones y responsabilizó de la situación, entre otras cosas, a la caída de la demanda de vehículos de Brasil. Trascendió, en ese marco, un cronograma de suspensiones y vacaciones que llegan hasta diciembre.
Autoridades de GM Argentina aseguraron que no hay suspensiones en el complejo Chevrolet de Rosario sino un “cronograma de paradas de producción de uno o dos días al mes, que tienen como objetivo acomodar la línea de montaje al proyecto de fabricación de un nuevo modelo desde el año 2020”.
Reconocieron que esas paradas técnicas son aprovechadas también para reducir stock de vehículos, frente a un mercado que está complicado tanto en Argentina como en Brasil. La empresa dijo que el cronograma se fijó en acuerdo con Smata.